Ese sujeto que acudió al Tribunal Supremo de Justicia, para introducir un recurso con el fin de suspender el proceso de Primaria, nos hace sospechar que no está en sus cabales o fue mandado a realizar una alocada maniobra.
La declaración fue hecha a El Impulso por el abogado Macario González, exalcalde de Iribarren, exsecretario regional de la Mesa de la Unidad Democrática y dirigente de Voluntad Popular.
El parlamentario de la Asamblea Nacional del 2015 se refiere a Luis Alejandro Ratti, de 45 años, nativo de Maracay, estado Aragua, quien se hace llamar empresario, pastor evangélico, predicador y político.
Este individuo se inscribió como candidato presidencial en el 2018 y dejó de serlo, posiblemente, porque pensó que nadie votaría por él, porque ya anteriormente había sido aspirante a diputado por el estado Trujillo a la Asamblea Nacional del 2.015 y, aunque estuvo apoyado por dos organizaciones, no alcanzó ni un punto en esas elecciones.
Fundó y presidió lo que denominó Frente Nacional Bolivariano Hugo Chávez, en el 2013, para apoyar a Nicolás Maduro.
Se ve, claramente, que es uno de esos cazadores electorales que, generalmente, aparecen y desaparecen en los escenarios políticos, buscando una oportunidad de alcanzar alguna posición; pero, hasta ahora, no ha sabido maniobrar.
Es posible que no esté en sus cabales o que haya sido mandado a realizar una alocada maniobra, diciendo que no le permiten participar en la Primaria y por eso debe ser suspendido el proceso, comenta el conocido dirigente político. Y acude al TSJ, tal vez pensando que como este organismo interviene partidos y coloca directivas en éstos, puede atender su descabellado propósito.
No entiende que el proceso de Primaria está promovido por la sociedad civil y, como tal, es un derecho que tiene la gente de organizarse para participar activamente en la política y, en esta ocasión, buscar el camino destinado a resolver la crisis que tiene Venezuela, escogiendo una candidatura para enfrentarla a la del régimen que ha acabado con el país y sumido a la población en la mayor pobreza jamás vista en el mundo al punto que más de 7 millones de venezolanos se han tenido que ir a otros países en busca de una oportunidad para vivir.