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El 80% de los países en América latina y El Caribe exigen visas a los venezolanos, lo que viola sus derechos humanos, al estigmatizarlos bajo un enfoque de securitización, señaló Miguel Ángel Morffe Peraza, investigador de Fronteras, en entrevista para Radio Fe y Alegría Noticias.
Para Morffe Peraza, académico de la Universidad Católica del Táchira y miembro de La Asociación Civil Observatorio de Investigaciones Sociales en Frontera (Odisef), es preocupante que los actores políticos y gobiernos de la región están tratando la migración como un problema de seguridad nacional.
Indicó que este enfoque ha llevado a la implementación de políticas restrictivas que tienen como objetivo principal el control y la contención de la migración, no solo la venezolana, sino la migración general.
De acuerdo al catedrático de la Odisef, esta securitización de la migración ha generado una serie de riesgos y desafíos para los migrantes que, a pesar de estas medidas, siguen saliendo de sus países de origen.
“Podemos hablar de algunos de estos riesgos o desafíos, como la criminalización de los migrantes, considerándolos como una amenaza para la seguridad nacional y, por ende, se adoptan políticas represivas como lo hemos visto en el caso de Chile, Perú y México, donde se han dado detenciones masivas, deportaciones y el aumento de la presencia militar en las fronteras”, dijo Morffe Peraza.
Asimismo, comentó que los migrantes son estigmatizados como delincuentes y se les niegan sus derechos fundamentales, al punto de verse expuestos a constantes abusos y ser víctimas de la violencia por parte de bandas criminales y traficantes, que aprovechan esta situación de vulnerabilidad para exponerlos a explotación y trata de personas, así como extorsión y violencia física.
Salud física y mental de los migrantes
Otro de los problemas a los que se enfrentan los migrantes y que ha sido analizado por este observatorio de fronteras, es el deterioro de su salud física y mental, porque las personas se ven afectadas en su integridad cuando se les niegan oportunidades de trabajo dignas que les permitan cubrir, por lo menos sus necesidades básicas como comida y abrigo.
“Ya hemos visto muchas notas de prensa, donde los migrantes enfrentan riesgos significativos para su integridad física durante su transitar hacia los lugares de destino, y que en algunos casos los lleva a un constante peregrinar, debido a las barreras que les colocan en el visado que están exigiendo el 80% de los países de América Latina y el Caribe a los venezolanos en este caso”, comentó el profesor Morffe Peraza.
Explicó que estas barreras para otorgarles el visado, los lleva a transitar por lugares no permitidos y de alto riesgo como la selva del Darién entre Colombia y Panamá y la zona norte de Chile con Perú.
Este enfoque de securitización a los migrantes, a quienes se suelen ver como un problema de seguridad de estado, dificulta el acceso a servicios de salud, servicios básicos como agua y luz, protección y asistencia humanitaria, lo que conlleva a un aumento de la vulnerabilidad de los migrantes y por ende más enfermedades y otros abusos contra la dignidad humana.
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