El presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador elevó el lunes sus críticas a los jueces y a la Suprema Corte y les advirtió que si paralizan por vía judicial acciones del Poder Ejecutivo estarían realizando un “golpe de Estado técnico”.
“Una cosa es que violen la constitución… cobrando más de lo que cobra el presidente y otra es ya querer dar un golpe de Estado neutralizando al Poder Ejecutivo», indicó durante su conferencia matutina. «Es cancelar el poder, sería un golpe de Estado técnico”.
López Obrador hacia alusión a una decisión de un juez federal que amparó a comunidades de los estados de la península de Yucatán, en el sureste del país, y decretó la suspensión del desmonte de terrenos en parte de los tramos donde se está construyendo el Tren Maya, el megaproyecto de infraestructura del gobierno que pretende conectar todos los sitios turísticos de la península con un ferrocarril que ha sido fuertemente criticado por grupos ecologistas.
La decisión fue anunciada el domingo por el Centro Mexicano de Derecho Ambiental y según el presidente el gobierno aún no ha sido notificado. La sentencia la tomó un juez de distrito, no la Suprema Corte, y es apelable.
Sin embargo, el presidente incluyó a todos los jueces en el mismo saco de las críticas.
López Obrador indicó que los magistrados “van a seguir queriendo parar las obras pero no van a poder porque de acuerdo a la constitución, a las leyes, tenemos nosotros el derecho de hacer obras en beneficio del pueblo… No se va a poder cancelar las obras, no se puede”.
Una de las estrategias que utilizó el mandatario para poder seguir adelante con el Tren Maya fue considerarlo un proyecto de “seguridad nacional” mediante un decreto.
El domingo hubo una marcha de apoyo al alto tribunal que acabó en una riña entre quienes defendían a la corte y sus críticos en la que tuvo que intervenir la policía.