Cuando se pasa por el ángulo noreste de la esquina de la calle 11 con la avenida 20 obligatoriamente hay que abandonar la acera y caminar por la calle y no es solo por la casi perenne presencia de basura, sino por los malos olores entre los que predomina la orina dejada allí por borrachos e indigentes que pululan en ese sector.
Esta situación no se justifica por cuanto se trata de un tramo por el cual circula gran cantidad de personas y además, cerca del mismo se ubican comercios y viviendas cuyos propietarios y habitantes se ven afectados por ese foco contaminante que tantas molestias ocasiona.
A veces la basura se acumula en esa esquina y esto trae como consecuencia la proliferación de moscas, zancudos, cucarachas, ratones y otras alimañas dañinas para la salud lo cual se complementa con la costumbre de algunas personas de utilizar ese espacio como urinario público, lo cual contraviene la ordenanza de convivencia ciudadana.
Una vez más el llamado es a las autoridades para que le echen un ojo a esta desagradable situación y se tomen las medidas necesarias a fin de evitar que espacios de uso público sean contaminados por las malas e inadecuadas acciones de algunos ciudadanos.