El Santuario Arquidiocesano Cristo Redentor dejó claro que «repudia las agresiones racistas sufridas por el jugador brasileño Vinícius Júnior durante un partido entre el Real Madrid y el Valencia».
Las luces del monumento más emblemático de Río de Janeiro, Brasil, se apagaron desde las 6:00 a 7:00 de la noche (hora local) del domingo 21 de mayo «como símbolo de la lucha colectiva contra el racismo y en solidaridad con el jugador y todos los que sufren prejuicios en el mundo».
«Negro e imponente. Así quedó Cristo Redentor. Una acción de solidaridad que me conmueve. Pero sobre todo, quiero inspirar y traer más luz a nuestra lucha» reaccionó Vinicius Jr. en Twitter.
El futbolista agradeció las muestras de cariño y apoyo que recibe en los últimos meses desde Brasil y el resto del mundo y aseguró que no piensa tirar la toalla.
«Tengo un propósito en la vida y si tengo que sufrir más y más para que las generaciones futuras no pasen por situaciones similares, estoy listo y preparado», afirmó.
El 21 de mayo, Vinicius Jr. fue atacado por aficionados del Valencia con gritos e insultos de carácter racistas, pero a pesar de ellos el árbitro no tomó ninguna medida y de hecho fue el propio jugador el que acabó expulsado del partido. La Liga Española de Fútbol inició una investigación del incidente.