El príncipe Harry y su esposa Meghan Markle vivieron una noche casi catastrofica en Nueva York al ser perseguidos por más de dos horas por paparazzi que intentaron captar imágenes de la pareja real.
Según confirmó un vocero de los duques de Sussex a People, el incidente ocurrió después de que Meghan y Harry asistieran a una ceremonia de premiación en la ciudad, donde recibieron un reconocimiento por su lucha contra el racismo.
Al salir del evento, los duques se subieron a un auto junto con la madre de Meghan, Doria Ragland, y se dirigieron a su hotel. Sin embargo, pronto se dieron cuenta de que varios vehículos con fotógrafos los seguían a toda velocidad, poniendo en riesgo su seguridad y la de los demás conductores.
“La persecución fue casi catastrófica, los paparazzi se saltaron semáforos, se metieron en contraflujo y pusieron en peligro la vida de los duques y de su madre”, dijo la fuente.
El vocero agregó que los duques se sintieron “aterrorizados” y “revivieron la pesadilla” que sufrió la princesa Diana, madre de Harry, quien murió en un accidente automovilístico en París en 1997 tras ser acosada por paparazzi.
“Es inaceptable que los medios sigan invadiendo la privacidad y la tranquilidad de los duques, quienes solo buscan llevar una vida normal y pacífica”, explicó el vocero”.