Sí el gobierno determinó que el transporte público urbano debe cancelar el combustible a precios internacionales, implica que aceptó que las tarifas deben también ir a la par y ajustarse a esta realidad, aseguran los transportistas, después de conocerse la eliminación del subsidio al combustible del transporte público.
José Luis Trocel, directivo del comando intergremial, afirmó que “No han logrado erradicar la corrupción ni las ineficiencias en el proceso de producción de gasolina y diésel (Pdvsa), resolver los cuellos de botella en la distribución, comercialización de los combustibles y adoptan medidas draconianas de manera unilateral, suspendiendo el subsidio de combustibles tanto para el transporte de carga, como para el transporte público, con la diferencia que en el transporte de carga liberaron los fletes y permitieron la dolarización de sus tarifas y en el transporte público interurbano, no ocurre igual.
Asegura Trocel que la realidad económica y social de los usuarios determina que se les hará difícil cancelar las tarifas a precios reales e igualmente, ante la disminución del volumen de usuarios por entre otras cosas: recesión en las actividades productivas, devengan los sueldos más bajos de la región, la inflación es un karma y su control necesaria para todos, en este escenario negativo se le va a complicar mucho al transporte público suburbano, asumir, cancelar el combustible a precios internacionales.
Obviamente las cuentas nacionales, precisa el dirigente del sector transporte público, no cuadran para el estado, pero tampoco para productores y consumidores, las cargas tienen que ser compartidas, no es correcto que en las espaldas de los más débiles (los usuarios) y en trabajo de los transportistas recaigan todas las consecuencias del ajuste que es imprescindible hacer.
José Luis Montoya afirmó que si el gobierno determinó que el transporte público urbano debe cancelar el combustible a precios internacionales, implica que aceptó que las tarifas deben también ir a la par y ajustarse a esta realidad. El presidente de la Central Única de autos libres y por puesto, sí está de acuerdo con que eliminen el subsidio a los combustibles para el transporte público y pagar el combustible a cincuenta centavos de dólar, porque considera que es la única manera de que puedan acceder con libertada al combustible que necesitan para trabajar diariamente e igualmente la única manera de eliminar el Cáncer de la corrupción que se adueñado de todo el proceso ligado al uso de los combustibles.
Pero ello implica, precisó José Luis Montoya de la central única de autos libres y por puestos que, progresivamente es obligatorio avanzar hacia el logro de un equilibrio económico en el servicio público que prestan, liberando las tarifas y garantizando justos ingresos para los usuarios, para que así ellos puedan cancelar los costos reales del servicio que reciben.
Acotó José Luis Trocel “No tenemos garantías suficientes que los déficits en el suministro de combustibles de calidad, aún cancelando precios internacionales, pueda ser subsanado en el mediano plazo y sin un suministro abundante, permanente de ellos, los males que hoy nos aquejan se van a multiplicar”, pagaremos, cómo siempre los platos rotos los transportistas públicos, eliminaron el subsidio estudiantil y no crearon programas alternos, decretaron exoneración de jubilados, personas de la 3era edad y desaparecieron todos los programas compensatorios que ofrecieron.
Para el vocero del comando intergremial del transporte “La aplicación de un plan regresivo al extremo sin los consensos necesarios va a profundizar todos los problemas técnicos y económicos que arrastra el transporte público en Venezuela y las consecuencias serán que aumente el paro técnico y la desaparición de unidades, ciertamente ya obsoletas pero operativas y el regreso de sistemas de movilización inadecuadas para el transporte público y por supuesto más caras, no olvidemos que el transporte público más malo y caro es aquel que no se presta.
“Los que más necesitan los servicios del transporte público: (el 67% de los venezolanos que no tienen vehículo propio, los millones de venezolanos que viven con menos de trescientos dólares mensuales, cuando la cesta básica supera lo quinientos dólares mensuales), son los que menos posibilidades tienen de pagarlo, aseguró López Trocel.