En las artes plásticas es relativo el criterio al calificar de buena o mala una obra determinada. Todo está subordinado a la manera que se le vea para afirmar que es bella o fea. Máxime cuando se trata de seres humanos como los niños en situación especial como los que padecen autismo.
El tema viene a colación por el escándalo suscitado por el alcalde de El Tigre estado Anzoátegui, Ernesto Paraqueima, quien se fue de bruces al referirse de manera ligera a unas obras pictóricas realizadas por un grupo de niños autistas. Con todo, nos trae a colación varios hechos y reflexiones.
De entrada digamos que el mundo de los niños es el del juego, fantasía, inventiva y travesuras de cualquier tipo. Es la manera como expresan su energía que el arte canaliza por las vías del desarrollo de la creatividad e inteligencia.
Recurrir a la estética como expresión de la filosofía conlleva a veces incurrir en el error y pecar de injustos, ignorantes y hasta insensatos. Recordemos que el francés Víctor Hugo decía que “Lo feo es lo bello”. También al venezolano Armando Reverón con su audaz afirmación de que “Hay belleza hasta en la basura”.
Evocamos la estupenda experiencia de periodismo infantil de El Impulso con Barquito, de circulación quincenal, en las décadas de 1970 y 1980. El mismo estuvo bajo la dirección de nuestra compañera de estudios la profesora Belkis Urdaneta Lara. Ella nos decía que se regía por la mayor amplitud y elasticidad para evitar malos entendidos y no herir sentimientos. Pues daba amplia cabida a los trabajos enviados por los niños y niñas.
También en el cine la película «Alguien sabe más de lo necesario» con Brucci Willis. En este film un niño autista logra descifrar la clave de un proyecto de defensa estratégica de la CIA lo que lo convierte en su blanco. La conmovedora escena final en la cual Willis contempla al niño huérfano y expresa sus temores por su futura felicidad. Una secuencia centrada en las profundas diferencias entre los seres humanos.
Oportuno rememorar que en enero de 2020 el Museo de Barquisimeto y la Asociación Larense de Síndrome de Down presentaron la exposición Trazos de Inocencia. Entonces, sinceramente pensamos al máximo cada letra, frase, oración y párrafo para ser lo más justo posible y no desacertar en el análisis. Pero, descubrimos un mundo de talento y promesas artísticas en el evento, entre éstas Angélica Bellini. Esta niña presentó ocho obras, las cuales ahora calificamos de estupendas por sus apreciables valores estéticos. Al médico José Gregorio Hernández lo plasma con una impecable originalidad.
En la Carora de la primera mitad del siglo XX existió un genio popular dado a los comentarios culturales por los periódicos: Chío Zubillaga Perera. En la soledad de su cuarto-biblioteca llegó a reflexionar cuando afirma que de los niños y ancianos nadie se acuerda.
La presencia del autismo en el arte es algo muy frágil que requiere abordarlo con sumo cuidado. De lo contrario se corre el riesgo de incurrir en el deplorable error. Saber apreciar con precisión el horizonte del mundo que tiene este tipo distinto de creador.
Freddy Torrealba Z.
Twitter @freddytorreal11