El gobierno estadounidense comenzará este jueves 11 de mayo a negar asilo a los migrantes que lleguen a la frontera sur del país y no hayan presentado primero una solicitud por internet o buscado primero protección en uno de los países por los desaparecidos, lo que representa un cambio fundamental en la política migratoria de Estados Unidos mientras se prepara para poner fin a restricciones implementadas durante la pandemia.
Los solicitantes de asilo se han estado presentando en grandes números en la frontera en anticipación al fin del uso de las restricciones del llamado Título 42, las cuales facultan al gobierno para expulsar rápidamente a los migrantes. Los funcionarios federales advirtieron que se avecinan días complicados ya que el programa vinculado con la pandemia de COVID-19 expira esta semana.
La nueva regla anunciada el miércoles forma parte de nuevas medidas que tienen el objetivo de reducir los cruces fronterizos ilegales al tiempo que crean nuevas vías legales, como un plan para abrir 100 centros de migración regionales en todo el hemisferio occidental y otorgar permisos condicionales humanos a unos 30.000 migrantes provenientes de cuatro países para que ingresen a Estados Unidos. Los funcionarios federales han detallado las medidas que han adoptado, como el incremento en el número de vuelos de deportación, mientras se preparan para lo que muchos esperan que sea un aumento sustancial de migrantes en la frontera sur de Estados Unidos.
“Nuestro plan daría resultados, pero tomará tiempo para que esos resultados se reflejen”, advirtió el secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas.
Muchos inmigrantes, impulsados por el temor de que pronto sea más difícil permanecer en Estados Unidos, intentaran cruzar antes de que expire el Título 42 y entre en vigor la nueva norma al final del día jueves.
Bajo el amparo del Título 42, las autoridades fronterizas han enviado de regreso rápidamente a los migrantes: lo hicieron 2,8 millones de veces desde marzo de 2020. Pero después de que las restricciones expiren el jueves, los migrantes que sean detenidos cruzando ilegalmente la frontera tendrán prohibido regresar durante cinco años. Pueden enfrentar cargos penales si lo hacen.
Los migrantes llegan constantemente el miércoles al río Bravo (o Grande), en Matamoros. Muchos se quitaban la ropa antes de entrar al río, aferrándose a bolsas de plástico en las que llevaban sus pertenencias. Vadeaban lentamente el río mientras llegaban más migrantes, algunos de ellos persignándose antes de seguir la fila a través de la frontera. Una familia puso a un bebé dentro de una maleta abierta. Un hombre la sostuvo por encima de su cabeza mientras que otro caminaba lentamente detrás de él como precaución. Otro niño cruzó sobre los hombros de un adulto. Del lado estadounidense, lograron subir la orilla, tomándose un momento para colocarse ropas secas antes de seguir su camino entre las hileras de alambre de púas.