¿A quiénes trata de convencer el régimen de que ahora ha descubierto que hay una trama gigantesca de corrupción que hizo desaparecer 3 mil millones de dólares percibidos por la venta de petróleo, y de inmediato sus diputados aprobaron una Ley Orgánica de Exterminio de Dominio, que, según ellos, permitirá recobrar todo lo que los corruptos habían obtenido y todos esos recursos irán al pueblo para mejorar los servicios públicos?
La pregunta fue formulada por el doctor Miguel Soto, constitucionalista, al suministrar sus declaraciones a El Impulso, tras comentar que el fiscal general, Tarek William Saab, ha venido ofreciendo cifras progresiva de detenidos: 34, 42, 56, 80, pero no dice dónde se encuentra Tareck El Aissami, quien tenía que ser el primero en ser interrogado porque no sólo era, hasta el momento en que renunció, quien tenía bajo su responsabilidad al Ministerio de Petróleo y Pdvsa, sino quien había designado a funcionarios que hoy están recluidos, aunque uno de ellos ya murió, oficialmente, ahorcado.
Casi al mismo tiempo que a los detenidos les han colocado por encima de sus ropas, unos uniformes, la Asamblea Nacional aprobó, rápidamente, la Ley Orgánica de Extinción de Dominio, para quitarle a funcionarios de la petrolera, jueces, legisladores, personeros que ocuparon cargos relevantes en el gobierno, empresarios y otros individuos, todo lo que alcanzaron a obtener como botín de la corrupción. Y así han sido exhibidos, destacándose de los demás presos que hay en las cárceles, porque el uniforme anaranjado sólo es para corruptos distinguidos, que si les quitan lo que adquirieron con el dinero del Estado, quedarán en la carraplana, si es verdad lo que dice la nueva ley y quienes aplican la cruzada de caiga quien caiga.
La palabra más engañosa del régimen ha sido corrupción y la misma fue utilizada como bandera para el intento de golpe del 4 de febrero de 1992; pero, corrupción es lo que ha habido desde el Plan Bolívar 2000 hasta ahora.
Lo que ha sucedido es que dentro del régimen hay facciones, bandos, que tienen poder y aquí ha sido embestido uno de esos grupos que por lo visto tiene más de 80 miembros
Como ya no hay que quitarle a los dueños de fincas y empresas, ahora el régimen dice que le va a quitar lo que tienen los corruptos, que son del mismo partido del gobierno.
Cuando comenzaron las expropiaciones, los funcionarios se quedaban con las propiedades que les habían sido arrebatadas a sus propios dueños.
Aún más, las propiedades expropiadas quedaban como lugares con acceso restringido, tal fue el caso de La Marqueseña, a donde sólo se podía entrar con permiso dado por la gobernación de Barinas. Casi siempre las propiedades confiscadas no pasaban al Estado, sino que quedaban en manos de altos oficiales militares o de funcionarios de alto nivel.
En el Valle del Turbio las casas de las fincas eran utilizadas para fiestas rumbosas, porque el fin no era mantener la producción agrícola, sino aprovecharse de los bienes.
Ahora, supuestamente, pretende el régimen corregir el problema, pero lo hace muy tarde, cuando ya el país está en ruinas.
Pero, todo hace presumir que hay una vendetta entre facciones, dijo el doctor Soto. Es una pelea entre jerarcas y, por supuesto, el régimen trata de hacer ver que se están descubriendo tramas de corrupción como si la población no estuviera enterada de quiénes son los que están metidos en la corrupción porque los corruptos no se ocultan, sino que hacen ostentación de que disponen de dinero para vivir en forma distinta a como vive más del 80 por ciento de los venezolanos que aún sobreviven con ingresos miserables.
La corrupción comenzó con el régimen, se ha profundizado y se mantiene porque quienes la pueden realmente combatir, como la fiscalía y los tribunales, forman parte del régimen y, para decirlo en términos deportivos, no se van a meter un autogol, terminó sus declaraciones el doctor Soto.