Venezuela tiene los salarios más bajos de toda América Latina, el dinero no alcanza cubrir las necesidades básicas y mucho menos para gozar de calidad de vida. La mayoría de venezolanos batallan contra la miseria y hacen toda clase de sacrificios para poder llevar comida a sus hogares. La realidad en Venezuela es oscura y desoladora viviendo en el país más desigual de toda la región. ¿Y cuál fue la respuesta que todo el país obtuvo en el día mundial del trabajador? un gran silencio.
Se hacen llamar un gobierno obrero, pero el 1 de mayo se burlaron -una vez más- de la clase trabajadora venezolana. No aumentaron el salario mínimo, como si 5 dólares al mes fueran suficientes para vivir el hoy y asegurar el mañana. Lo más cercano a un aumento fue el ajuste en el cestaticket, que no suma para las prestaciones. Así, Venezuela se mantiene todavía como el país con la mano de obra más barata de todo el hemisferio occidental.
A pesar del acto que montaron, de la movilización de trabajadores de las empresas del Estado, de los discursos sobre el poder, su descaro fue abucheado en directo. Quienes se encontraban presentes en la concentración, demostraron su descontento con pitidos, diciendo un rotundo no a los anuncios, alzando su voz. El enfado recorre todo el país, eso es innegable. Venezuela está cansada de sus acciones arbitrarias, de las injusticias, de pasar hambre, de luchar, de tanto engaño… Vivimos un gran rechazo al régimen desde todos los rincones y sectores, y aspiramos a un cambio político que nos permita reconstruir a la nación.
No sería extraño que la tensión social aumente progresivamente con el pasar de los días. El sector público ha estado en las calles desde el inicio del año, exigiendo reivindicaciones salariales, porque todos merecemos salarios dignos que nos permitan vivir tranquilos. Venezuela siente el malestar de 24 años de corrupción y desidia. Ese es el panorama para el régimen de cara a las próximas elecciones presidenciales, y luce cada vez más cuesta arriba. Nadie los quiere porque destruyeron al país. Ellos lo saben. Están en su peor momento.
Estamos en un momento crucial de nuestra historia. Es hora de aprovechar la oportunidad y ganarles en las elecciones. Somos muchos más los que rechazamos seguir viviendo con este régimen indolente. Y este tiempo también demanda mucha más capacidad de todos dentro de las fuerzas democráticas. Todos los esfuerzos deben ir unidos a una misma ruta que nos lleve a materializar ese cambio. Lo principal es y debe ser el bienestar del pueblo venezolano.
Hago un llamado a todos los que queremos un futuro mejor, a los que están batallando en sus distintos espacios, a los que la esperanza se les ha escapado, a todos los venezolanos dentro y fuera de la política: debemos organizarnos, capitalizar el descontento social que existe y ser una alternativa que transforme las pesadillas en ilusión. La elección presidencial es esa oportunidad que tanto necesitamos para volcar nuestra insatisfacción y lograr un cambio. Somos más los que anhelamos un futuro distinto, somos mayoría, vamos a demostrarlo.
Stalin González
