Durante la existencia de este modelo político, ha habido un proceso de decrecimiento de la sociedad de trabajo en Venezuela, observa Edgar Zambrano, abogado y primer vicepresidente de Acción Democrática en resistencia.
Es por ello que salta a la vista uno de los resultados más controversiales y negativos de lo que debe significar un supuesto gobierno revolucionario para la clase obrera.
Orgánicamente, ha implosionado el poder adquisitivo de los trabajadores, afirma. No hay manera de reconstruirlo con incrementos de salarios que no se corresponden con la demanda necesaria de la familia.
El salario dejó de ser real por cuanto se ha hecho inexistente y, por tanto, no es posible la reposición del poder adquisitivo porque no existe una política dinámica que combata la inflación, el alto costo de la vida y la desesperación de la gente.
Ha desaparecido el signo monetario nacional ante la utilización de una divisa extranjera, el Producto Interno Bruto ha venido cayendo continuamente y se ha producido, inevitablemente, el colapso de las zonas industriales.
Uno de los principales elementos fundamentales para el crecimiento económico de un país son los trabajadores, pero, hoy, en Venezuela, se encuentran fuertemente por un régimen que carece de políticas dirigidas al desarrollo.
Dentro de la política del régimen contra la clase trabajadora están el paralelismo sindical, cuyo objetivo ha sido debilitar la lucha por las reivindicaciones de los trabajadores; la no discusión de los contratos colectivos de los trabajadores no sólo en el sector público, sino también en el sector privado; y, como se puede ver, el desconocimiento a la propia Constitución, a las leyes y a los convenios suscritos para la normal relación de trabajo.
Actualmente, hay un reclamo de los trabajadores de la educación, asi como del sector de la salud, que son dos sectores sumamente importantes como servicios indispensables para la población.
El Estado venezolano es el mayor empleador y por lo tanto, el mayor pagador, pero ha descuidado totalmente tanto al sector educativo como el de la salud, causándole las mayores dificultades a sus trabajadores. No sólo a éstos sino a todos, en general.
Lo paupérrimo del salario y de la modalidad de las bonificaciones no le permiten a la clase trabajadora llevar una vida digna, como debiera ser, porque como ya he señalado, es difícil que con esta política salarial se puede recuperar el poder adquisitivo, remarcó el dirigente nacional.
