José Boda, secretario general de la Federación Unitaria de Trabajadores Petroleros de Venezuela, aseveró que “hay indignación en la clase laboral, porque el gobierno nacional pretende que la crisis económica, que estamos viviendo, la paguemos los trabajadores.”
Dijo que Nicolás Maduro ha hecho un “paquetazo” denominado de “recuperación, crecimiento y prosperidad económica,” el cual es comunal y antipopular porque la carga la están llevando los trabajadores y sus familias.
No hay aumento salarial y seguimos cobrando 5,25 dólares mensual, resaltó. Este monto no sólo decreta la muerte del salario en Venezuela, sino que coloca a la clase trabajadora en un absurdo régimen de semi-esclavitud , por un lado; y por el otro, nos engaña con un denominado bono de guerra, que no le llega a todos los trabajadores, ni jubilados, ni pensionados.
Este es un gobierno que ni siquiera sabe lo que hace, porque el primero de mayo habló de un bono de veinte dólares y el martes sale que son 30 dólares, lo cual quiere decir que sus cuentas no están bien.
Aparte de eso, hay un cestaticket de 40 dólares que no reciben los jubilados, ni mucho menos los pensionados, demostración evidente que al gobierno no le importan las pésimas condiciones en que viven quienes trabajaron y necesitan ser tratados como seres humanos en su edad mayor.
Evidentemente, el gobierno nacional ha decretado la guerra a los trabajadores, dijo Boda. Y al mismo tiempo vemos que los sectores empresariales están proponiendo una ley del salario, que no es otra cosa que el desconocimiento a la Ley Orgánica del Trabajo, la cual establece en su artículo 104 que todo ingreso regular y permanente se considera salario.
Los bonos que ha establecido el gobierno, en detrimento del salario, no inciden en las prestaciones sociales, ni en utilidades, ni en aguinaldos, ni en las antigüedades, ni en las vacaciones, expuso. Todo esto nos coloca en un régimen absurdo, condenable y rechazable de semi-esclavitud.
Ante lo que está ocurriendo, estamos haciéndole un llamado a todos los trabajadores para que nos mantengamos movilizados en la lucha por lograr un salario igual a la canasta básica y, desde luego, para que se abra la discusión de la contratación colectiva.
Del mismo modo hacemos un llamado a los educadores y trabajadores de la educación, a los de la salud y demás servicios, a los de las industrias, para que sean respetados todos y cada uno de los derechos que tenemos como trabajadores.