El pasado domingo 30 de abril, la compañía SpaceX lanzó desde Cabo Cañaveral (Florida) su cohete Falcon 9 Heavy para poner en órbita satélites de las compañías de telecomunicaciones ViaSat, Astranis y Gravity Space, un lanzamiento que había sido aplazado en tres ocasiones.
La ventana para el lanzamiento desde la plataforma 39a del Centro Espacial Kennedy, de 57 minutos, se abrió a las 19.29 hora local y el despegue se efectuó exactamente una hora después.
Los tres satélites que lleva el Falcon 9 Heavy alcanzarán la órbita geoestacionaria, o sea, a unos 35.000 kilómetros de altitud sobre la línea ecuatorial, entre 4.30 y 5 horas después del despegue.
Este despegue se tenía previsto para el viernes pasado, cuando faltaban solo 59 segundos para el despegue, SpaceX decidió abortar el lanzamiento de su súper cohete por causas no informadas. Mientras que, los lanzamientos del miércoles y jueves pasado, se habían cancelado por las malas condiciones del clima en la zona.
Expertos indicaron que la carga principal es el satélite de banda ancha ViaSat-3 Américas, de unos 5.400 kilos de peso y el tamaño de un autobús escolar, que es el de mayor capacidad de todos los existentes actualmente.