La Revolución Industrial trajo hace más de un siglo y medio profundos cambios en la estructura social de los países más desarrollados. Nuevas tecnologías apoyadas principalmente en las modernas máquinas de vapor, generalizaron el uso de esos equipos alimentados por carbón y leña en las grandes fábricas.
A diferencia de la era moderna en la que hoy nos desarrollamos, en aquellos remotos días la jornada laboral duraba entre 12 y 18 horas al día y no existían beneficios tales como ni días libres o vacaciones. El nivel de vida de los obreros de esos tiempos era verdaderamente miserable.
Así se desenvolvió durante años la vida de los trabajadores en las ciudades industrializadas de Estados Unidos y Europa, lo cual generó las condiciones necesarias para que el 1 de mayo de 1886 estallara una huelga en la ciudad estadounidense de Chicago, reconocido centro fabril de la Norteamérica de finales del siglo XIX.
Unas mil personas se concentraron para exigir que se redujera la jornada laboral ya que algunos patronos solo daban seis horas de descanso al día, pero la manifestación terminó en actos de violencia a las 72 horas de iniciarse, luego que trabajadores y efectivos policiales se fueran a las manos, acción en la cual perdieron la vida seis obreros a manos de los representantes de la ley que les dispararon a quemarropa, acción que además dejó a varias personas heridas.
Las manifestaciones continuaron y al cuarto día, una bomba incendiaria fue lanzada desde el lado de los manifestantes y trajo como consecuencia la muerte de siete agentes policiales mientras que otros 77 resultaron con heridas de consideración.
Ante este acto violento, el Gobierno de los EStados Unidos intervino de manera enérgica y se ordenó la detención de los líderes de la manifestación iniciada aquel 1 de mayo. 31 personas fueron enjuiciadas el 21 de junio de 1886 y ocho de ellos condenados severamente, dos a cadena perpetua, cinco a la muerte y uno a 15 años de trabajos forzados.
Para algunos se trató de un proceso legal parcializado que no se desarrolló con la transparencia del caso y en el mismo se condenó a los implicados y detenidos de manera injusta, sin respetar sus derechos ciudadanos. Un año después, el gobernador concedió el indulto a algunos de los detenidos que habían sido condenados a la pena capital a cambio de cadena perpetua, que posteriormente serían recordados como «Los Martires de Chicago».
La conmemoración del Día Internacional del Trabajador se instituyó el año 1889 durante la celebración del congreso de la Segunda Internacional efectuado en París, para honrar la memoria de los «Mártires de Chicago» y hoy varios países acatan esta fecha con el anuncio de mejoras reivindicativas.