El precandidato de Acción Democrática en resistencia, Carlos Prosperi, es del criterio que la corrupción de los dineros públicos amerita ser vista como la peor actividad delictiva, porque quienes incurren en esa práctica no piensan en el terrible daño que le ocasionan a la población venezolana, que ha venido sufriendo los embates de un mal gobierno y del peor modelo político implantado por quienes llegaron al poder enarbolando la bandera de la moral en la administración pública.
La lucha contra la corrupción tiene que ser implacable, declaró para los medios. Es por ello que durante las giras que he venido realizando por todo el país he planteado la necesidad de que sean castigados todos los funcionarios a quienes se les compruebe que han cometido delitos de esa naturaleza.
Criticó al régimen por haber impedido a la Asamblea Nacional del 2015 haber impedido, mediante una disposición del Tribunal Supremo de Justicia, investigar la corrupción en la empresa petrolera PDVSA cuando ésta era presidida por Rafael Ramírez, quien además era ministro de Petróleo y Minería.
Dijo que la administración pública no puede ser un feudo de corruptos y la dirigencia política democrática tiene que enfrentar la corrupción, pero no como ha hecho este régimen, que denuncia a sus corruptos cuando les interesa desplazarlos en las refriegas políticas que tienen y no porque en verdad tienen el compromiso de hacer pulcra la administración pública.