En el contexto del Día de la Salud que se conmemora cada 7 de abril, fue publicado un artículo que refleja la situación que en esta área padecen las mujeres venezolanas. El foco fue el análisis de las cifras reveladas en el informe «Mujeres que resisten: sobrevivir a una Venezuela en crisis».
En el documento se hace referencia a la falta de anticonceptivos, precarias condiciones en hospitales y centros de salud, poco acceso a medicamentos y muchas más dificultades fueron mencionadas allí.
Los hallazgos de este informe se consolidan con las historias y realidades que narran las activistas de la Red de Constructoras, y que son una capa sensible de comprensión aún mayor a este gran problema de acceso a la salud que afecta al país, reseña la Red de Mujeres Constructoras de Paz, en su sitio en Internet.
En la nota de prensa recuerdan que el pasado lunes 17 de abril se abrió un espacio de interacción en el grupo de la Red Constructoras de Paz, donde quedó en evidencia que, sin importar el lugar en el que se encuentren, en los distintos rincones de Venezuela, las mujeres enfrentan desidia, precariedad y carencias en el ámbito de la salud.
“Al llegar arriba a la sala de parto me encontré con la imagen más horrible del mundo y eran las mujeres dando a luz o en su trabajo de parto en el piso del hospital con solo una sábana. Yo llevaba un informe médico que decía que no podía parir por distintas enfermedades y los médicos, al ver mi informe, se rieron y me dijeron que igual iba a parir a menos de que el bebé se estuviera muriendo”, relató la activista Araly Núñez. Su experiencia fue en el Hospital Central de San Cristóbal, Táchira en 2019.
De igual forma, en el estado Zulia, específicamente en la península de La Guajira, las wayúu afrontan complejas circunstancias dada la ubicación geográfica de la comunidad y su etnia, afirma la Red de Mujeres Constructoras de Paz.
“Vivimos aislados de las urbanizaciones (…) No contamos con hospitales o ambulatorios en la comunidad, hay una falta de orientación y conocimientos, vivimos en condiciones poco favorables en ciertas épocas del año (inundación, sequía, invierno), no contamos con los servicios básicos, fundamental para una vida digna”, comentó una de las afectadas.
Para ella también existe un factor que suma una capa de vulnerabilidad y es su etnia, pues en la cultura Wayúu la menstruación es un tema tabú. “Por ende las posibilidades de una buena higiene y saneamiento son mínimas en la mayoría de los casos”, indicó.
En el caso específico de las indígenas embarazadas de La Guajira, las activistas de la red han identificado que los principales problemas de salud en esta población son: la desnutrición, la malnutrición, infecciones y falta de centros de salud para mujeres.
También mujeres indígenas de Delta Amacuro sufren discriminación al momento de asistir a un centro asistenciales, detalla la activista Linett Robles, quien en su tesis de especialización en Derechos Humanos abordó el acceso a la salud en la población indígena.
“Se presentan muchos problemas para el acceso a la salud y muchos maltratos por distintas razones. Una de ellas es el idioma o lengua, también sus usos y costumbres ante cualquier tipo de enfermedad”, dijo.
Para una activista de Clarines, Anzoátegui, el mayor problema que enfrentan las mujeres en su comunidad se refiere a la salud en los servicios de ginecología y obstetricia.
“En las encuesta que realizamos encontramos que un altísimo porcentaje tenía más de 5 años sin hacerse una citología. Ahora mismo, hay mujeres con cáncer de cuello uterino que deben recoger entre vecinos y familiares para poder hacerse una biopsia y una resonancia. Si le solicitan una cirugía, deben llevar los insumos que representa casi 800 dólares”, narró.
“Aquí también es muy dificultoso asistir a un ginecólogo porque la mayoría de los ambulatorios no cuenta con consulta ginecológica. La mayoría son privadas y por eso no podemos ir o hacernos un chequeo constantemente”, relató otra compañera de San Félix, estado Bolívar.
Su testimonio coincide con el de otra promotora de derechos humanos del estado Sucre, municipio Montes, quien aseguró que en su comunidad “las mujeres no cuentan con los recursos necesarios para ir a una consulta ginecológica ni poderse hacer una citología o biopsia ya que es de muy alto costo”. Ella dice que en los hospitales no están prestando ese servicio.
Alerta la carencia de insumos y personal
La Red de Mujeres Constructoras de Paz también agrega que la falta de insumos médicos, vacunas, medicinas y hasta de personal, son una constante en los relatos de las activistas de la red.
“Si vas para que te pongan un yeso debes llevar todos los materiales”, manifestó una habitante de La Guaira, haciendo referencia a los centros de salud públicos de ese estado.
En esto también coincide otra activista del estado Apure. “En mi estado hay mucha deficiencia de asistencia médica por falta de profesionales (…) Los que hay son aprendices y muchas veces no saben tratar a los pacientes. Hay casos de violencia, negligencia médica, falta de recursos y medicamentos”, dijo.
En la misma región, otra participante de la red destacó cuán deficiente es la atención, los servicios y la dotación. “El paciente llega y debe costearse todo: medicamentos, exámenes, Rayos X y otros exámenes. especializados. La atención es deficiente y poco humana”.
Las carencias afectan a toda la población por igual. Otra activista de Apure asegura que las fallas en los servicios de salud le han generado estrés. “Si no tienes palancas o dinero, el acceso es casi imposible”, subrayó. “En mi caso mi hijo mayor tiene que ser operado de la vista porque tiene miopía magna y por no contar con los recursos no he podido hacerlo”, relató.
Por otra parte, en Aragua, una activista denunció que “todos los ambulatorios, CDI, hospitales tienen déficit de personal calificado, de enfermeras y personal de limpieza».
«Las instalaciones (…) ni agua tienen, las cocinas, si las tienen, están infectadas de ratas, cucarachas y demás animales que atentan contra la salud. No hay implementos de limpieza, ni los útiles de aseo mínimos e indispensables. Los médicos hacen milagros para consultar, en esas condiciones. Se ven obligados a solicitar a los pacientes desde los guantes para poder prestar el servicio”, apuntó.