Que veinte delegaciones de Europa, América Latina, el Caribe y los Estados Unidos se hayan reunido en Bogotá, para examinar el proceso político de Venezuela, evidencia claramente que la situación de nuestro país es muy difícil porque su crisis no sólo es política y económica, sino estructural.
Así lo estima el politólogo Mario Perdigón, quien al ser entrevistado por El Impulso dice que el hecho de que en esa reunión no hayan participado los representantes del gobierno, ni los de la oposición, se debe a que existe un gran interés por ayudar a resolver los problemas, los cuales son muy graves, no sólo porque en el curso de muchos años no ha podido lograrse acuerdos políticos, sino que las dificultades económicas han afectado gravemente el aparato productivo y se ha presentado, además, la mayor diáspora en el continente en toda la historia.
En este momento estamos viendo que el gobierno vive la mayor crisis porque la corrupción ha tenido tanta dimensión que funcionarios de alto nivel, civiles y militares, están detenidos y todavía prosiguen las investigaciones para determinar la cuantía del dinero desaparecido.
Al mismo tiempo, también la oposición vive su crisis y espera resolverla con el proceso de Primaria.
Si una gran parte del mundo está interesada en que se consiga una salida a la crisis estructural de Venezuela, no sólo pueden estar cuatro partidos políticos participando en la búsqueda de una solución, sino todas las organizaciones partidistas y, además, las academias, gremios, sindicatos, sectores empresariales, dijo Perdigón. Lo urgente es que Venezuela retorne a la normalidad y se recupere la democracia.