En los últimos días múltiples denuncias apuntan al daño que han sufrido los vehículos por el mal funcionamiento y daño de la bomba o pila, como se le dice comúnmente, debido al uso de la gasolina importada de Irán que se expende en esta localidad y al ser consultada al respecto, la presidenta del Sindicato de Estaciones de Servicio del estado Lara, Azalea Colmenárez, manifestó que efectivamente la inadecuada calidad de ese combustible afecta el funcionamiento del parque automotor en la región.
Explicó Azalea, que el combustible que se está importando para tratar de abastecer el mercado nacional apenas ronda por los 80 octanos, cuando lo mínimo requerido por la gran mayoría de los vehículos en circulación debería ser 91 octanos y esta deficiencia hace que la bomba o pila de gasolina no trabaje de manera óptima y se dañe con la consecuente molestia para los usuarios.
Además, señaló la dirigente del gremio que agrupa a los propietarios de las estaciones de servicio, que este combustible es de rápida evaporación «y por eso a veces los usuarios se quejan de que no se les llena el tanque en el surtidor, y es que la gasolina iraní se vaporiza muy rápido y además se sudoriza y deja residuos de agua en los depósitos de los vehículos«.
Este proceso -continuó Colmenárez- genera además residuos como óxido y barro que a corto o mediano plazo dañan la bomba de gasolina o pila y esto por supuesto impide el funcionamiento del motor. Esta situación se ha hecho más intensa desde hace aproximadamente dos semanas, luego que se suministrara en las diferentes estaciones de servicio un cargamento de gasolina que llegó procedente de Irán para la venta al público.
Manifestó que si bien la situación de desabastecimiento en las estaciones de servicio ya no es tan aguda, el problema aún persiste debido a la poca producción que hay en el país de gasolina y gasoil por diversas razones. El combustible que se refina en Venezuela cumple con ciertos estándares para el consumo nacional, caso contrario de la gasolina importada de Irán, combustible que no es sometido a un control de calidad ni a los requerimientos nacionales.
Mientras tanto, los conductores y propietarios de vehículos tienen que enfrentar el daño del sistema de bombeo de combustible de sus automóviles y según se pudo conocer, el precio de una bomba o pila se ubica entre los 25 y los 80 dólares y los vendedores de repuestos no están dando garantía sobre ese repuesto alegando que si se dañan no es por defecto de fábrica, sino por culpa de la gasolina importada que se surte en las estaciones de servicio.