El enviado de la ONU a Sudán informó el lunes que más de 180 personas han muerto en los combates entre fuerzas leales a los dos máximos generales del país.
Volker Perthes dijo que más de 1.800 personas han sido heridas en la violencia que estalló la madrugada del sábado.
Las fuerzas armadas sudanesas y un grupo paramilitar conocido como las Fuerzas de Apoyo Rápido han estado combatiendo con armas pesadas e incluso con aviones en la capital Jartum y otras localidades. Hay civiles que se han visto atrapados en el fuego cruzado y muchos han optado por no salir de sus casas.
Las milicias rivales han estado luchando con ametralladoras largas, tanques y artillería. Aviones de combate sobrevolaban la zona y los disparos de baterías antiaéreas iluminaban el cielo al caer la noche.
Hay gran cantidad de cadáveres en las calles en Jartum a los que nadie puede llegar debido a la violencia, dijo Atiya Abdalla Atiya, secretario del Sindicato de Médicos de Sudán, que lleva la cuenta de las bajas. No ha habido un parte oficial sobre la cantidad de combatientes caídos.
El repentino estallido de violencia entre los dos máximos generales del país, cada uno respaldado por decenas de miles de combatientes, dejó a millones de personas atrapadas en sus viviendas o donde pudieran conseguir refugio, pese a que empezaban a escasear los suministros en muchas zonas. Diplomáticos de cuatro continentes intentaban lograr una tregua, y el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas se reunirá próximamente para discutir la crisis.
“Hay disparos de ametralladoras y de artillería por doquier”, expresó Awadeya Mahmoud Koko, líder de un sindicato de vendedores de té y otros tipos de comida, desde su vivienda en un distrito en el sur de Jartum.
Añadió que un proyectil alcanzó la vivienda de un vecino el domingo, matando a por lo menos tres personas. “No pudimos llevarlas al hospital ni enterrarlas”, relató.
En el centro de Jartum estallaron disparos sostenidos y salía humo blanco del principal cuartel militar, uno de los más prominentes frentes de batalla. Cerca de allí, por lo menos 88 estudiantes y empleados estaban atrapados en la biblioteca de la facultad de ingeniería de la Universidad de Jartum, dijo uno de los estudiantes en un video publicado en internet el lunes. Un estudiante fue abatido durante combates y otro quedó herido, añadió. No tienen agua ni comida, expresó, mostrando un grupo de personas que dormían en el suelo.
Incluso en un país con una larga historia de golpes militares, las escenas de combates en la capital y la ciudad adyacente Omdurman, al otro lado del río Nilo, no tienen precedente. La violencia surge apenas días antes de que Sudán celebrara el Eid al-Fitr, el feriado que marca el fin de Ramadán.
La pugna de poderes es entre el general Abdel-Fattah Burhan, comandante de las fuerzas armadas, y el general Mohammed Hamdan Dagalo, comandante de las Fuerzas de Apoyo Rápido. Antes eran aliados y juntos orquestaron el golpe militar que en octubre de 2021 trastocó la transición democrática del país. La violencia ahora amenaza con hundir a Sudán en un conflicto más amplio, junto cuando los sudaneses estaban tratando de restablecer el proceso hacia un gobierno civil y democrático tras décadas de regímenes militares.