El escritor español Miguel de Cervantes Saavedra y su universal libro Don Quijote de la Mancha, son inspiradores de la celebración mundial del Día del idioma y el libro este 23 de abril.
A cinco siglos de su deceso todavía se indaga sobre el contenido y mensaje de su emblemática novela considerada un clásico de la literatura de todos los tiempos. Una obra aún con mucha tela por cortar si se le aborda sin los prejuicios de Lope de Vega, quien siempre dudó de su calidad prevalido de su academicismo. Por lo que fue objeto de sus acérrimas críticas que le endilgaron deficiencias.
El escritor descontento
Cervantes es un hombre sin estudios formales que emergió durante el Renacimiento imbuido por las filosofías de la escolástica, metafísica y el idealismo en las cuales predominan las ideas de Dios, el Diablo, los espíritus malignos y el más allá.
Se trata del escritor inconforme e idealista entregado a la lectura de las novelas de caballería hasta casi la locura del genio. Una indeclinable vehemencia por la palabra escrita. Cuando se lee ese libro se percibe que era un hombre que vivió a plenitud la misma desde las instancias de la literatura y dramaturgia.
Cervantes es el aventurero caballero sobre su brioso caballo Rocinante que se bate contra la injusticia, vicios y males de la sociedad. Un soñador transformado en el escritor romántico que ama y cree en el arte por el arte, es decir, para su puro hedonismo representado por Don Quijote de la Mancha. Mientras que Sancho Panza es el hombre práctico que se adhiere a los hechos cotidianos, los cuales lo hacen más listo, manifiesto en su incredulidad y malicia ante los hechos de la vida.
Superar la alienación
El apego a la literatura puede devenir en una actividad alienante cuando se pierde el vínculo con la realidad. Pero también es la opción para que el hombre alcance su libertad en esa esfera de la escritura que se torna masiva cuando se publica el libro independientemente del marco sociopolítico donde se desempeñe el escritor. Es ese arte de la palabra literaria lo que salva a Unamuno de la temida enajenación del hombre. Igualmente el amor por el estudio a través de la lectura cuando decía: “El que mucho lee y ahonda mucho ve y sabe”.
Los fenómenos paranormales encuentran en la Edad Media el clima propicio para su fomento. Entonces explosiona el choque entre las ideas sobre Dios y el Diablo. Cervantes no es ajeno al fenómeno. Es tentado por el mismo cuando hace alusión a los espíritus malignos y al más allá. En ese sentido la obra de Cervantes es un espejo del espíritu de esa época dominada por la filosofía de la escolástica imperante en la Iglesia Católica. Es por ello que Cervantes creía que su escritura era obra de un espíritu que lo poseía, algo así como un trance literario.
Así oscila entre la enajenación humana y su superación por medio de la escritura en aquel ambiente dominado por la religiosidad. Una realidad de la que evadirse era posible por medio del conocimiento y su praxis, entre éstas la escritura a la que Gabriel García Márquez llama ciencia.
De espaldas al progreso
Unamuno vivió un tiempo cuando España formaba parte de los países periféricos de Europa sumida en el más espantoso atraso económico por el mal uso de sus riquezas, a diferencia de Inglaterra y Francia impulsores del desarrollo.
La iglesia y el gobierno destinaban sus recursos al disfrute inmediato y la construcción de templos y monumentos sin invertir en su desarrollo económico. Es lo que explica la existencia y control de una institución como la Inquisición dedicada a la cacería de brujas y quienes pensaban diferente a los detentadores del poder. España estaba de espaldas al progreso que se registraba en otras latitudes europeas.
La novela nos expone ese asfixiante ambiente cuando Don Quijote le explica temeroso a Sancho Panza que han tropezado con la iglesia, una aplanadora fuerza social que quemaba en la hoguera a quienes se atrevieran a desafiarla. En ese sentido la novela revela a un hombre profundamente resistente a una sociedad clasista y racista al precio de la exclusión sobre todo por la pureza de sangre. Un escritor de la calle más que un intelectual de academia que todo lo juzga y somete a las reglas de los títulos que autorizan pero no capacitan.
Ameno estilo
Cervantes no aburre pese al anacrónico género de la novela caballeresca surgida en el siglo XV. Esta es una novela técnica y estilísticamente lineal sin devaneos espaciales. Por lo que se lee rápido y gratamente sin las barreras que imponen algunos escritores en el texto espantando al lector.
Éste es un abanico de la lingüística de entonces con un castellano compuesto de retoricismos que el autor eleva al vocabulario artístico. Por ello no sorprenden las oraciones compuestas y largas con cláusulas y enlaces subordinados y coordinados propios del español clásico.
No obstante, a Miguel de Cervantes se le lee con interés, transcurridos más de quinientos años de su feliz irrupción en la literatura. Lo hace sostenido en el ingenio, encanto y empatía de su palabra. Por sus páginas se desliza un constante humor que transmite regocijo y a la vez una profundidad filosófica que hace pensar más allá de lo cotidiano.
El texto de este hidalgo del Renacimiento es una prueba del influjo de un medio de comunicación impreso como el libro en el hombre. Un hecho que lo hace vivir las experiencias de la locura, libertad, inconformismo y rebelión en sus salidas al mundo donde se desenvuelve. De esa forma se vuelca en los valores de la justicia, bien, honestidad, belleza y bondad que impulsan su idealista cruzada en una sociedad que nunca lo comprenderá por representar la antítesis de los mismos. Esa maquinaria sociopolítica que demuele al sufrido hombre que cree en la libertad. Ese creemos es su mayor lección y mensaje desde la esfera de la literatura.
La fuerza liberadora de la palabra literaria, contenida en Don Quijote de la Mancha, sigue latente en esta ocasión con lecturas públicas en su cuna España. Entre sus participantes está el laureado poeta barquisimetano Rafael Cadenas, quien recibe el premio Cervantes, el más importante galardón literario en castellano.
Freddy Torrealba Z.
Twitter: @freddytorreal11