En múltiples oportunidades se ha denunciado el hecho de que en la avenida Bicentenario, específicamente en el tramo que comunica hacia El Ujano, se arrojan desperdicios de todo tipo e incluso se arrojan en la quebrada Guardagallo, pero a pesar de los señalamientos poco o nada se ha hecho al respecto.
Uno de los sectores más afectados por esta irregularidad es la parte de la avenida que bordea por la parte trasera a la Universidad Fermín Toro. Allí hay especie de micro vertederos a cielo abierto que atraen malos olores y contaminación.
Esta avenida es un paraje desolado que no cuenta con servicio de iluminación eléctrica, situación que es muy bien aprovechada por personas inconscientes que van en cualquier vehículo en horas de la noche a botar escombros, desechos vegetales, animales muertos, cauchos, colchones, neveras, lavadoras rotas y cualquier cantidad de desperdicios.
Las autoridades deben poner atención a este tipo de irregularidades y redoblar la vigilancia a fin de tratar de sorprender a quienes usan esa avenida como un basurero y aplicarles la ley con las sanciones correspondientes, a fin de evitar que se siga contaminando la ciudad.