《Si ganas, no digas nada…
…si pierdes, di menos》
Paul Brown
《Todas las cosas malvadas,
…comienzan en la inocencia》
Ernest Hemingway
《Nuestra desconfianza hacia el futuro…
…es lo que nos dificulta soltar el pasado.》
Chuck Palahniuk
《Retener es creer que solo existe el pasado,
…dejar ir es saber que hay un futuro》
Daphne Rose Kingman
《El éxito, es la capacidad de ir fracaso tras fracaso…
… sin perder el ánimo》
Winston Churchill
Cuando dejas ir, perderás muchas cosas de tu pasado,
…pero finalmente te encontrarás a ti mismo.》
Deepak Chopra
《Cuando dejo ir lo que soy, me convierto en lo que podría ser..
…Cuando dejo ir lo que tengo, recibo lo que necesito.》
Lao Tzu
《El arte de vivir implica saber cuándo aferrarse y cuándo dejar ir.》
Havelock Ellis
《Algunas personas piensan que aferrarse a las cosas les hace más fuertes…
…pero a veces se necesita más fuerza para soltar que para retener.》
Hermann Hesse
- El Padre Jáuregui y la facundia entre Poseidón y Apolo
– No chico los caraqueños están errados Peppino, desayunar pisca andina es restaurador.
– Mira Morales para desayunar no cambio un hojaldre de ricota por ninguna sopa de ave mutilada por Manolo, el toche cruel de tu chofer. Y los de por aquí piensan que es pavoso beber caldo de ave degollada en matinée. Papá sonrió con esa picardía que hoy estrena mi nieto JJ, y que Charlie decía de papá era su condición de ilustre de la ironía, si es que esa lavativa existía.
– Entiendo –interrumpió Apolo– que el trujillano padre Jáuregui vivió cerca del Cobre en La Grita, en el Táchira.
– Monseñor Jesús Manuel Jáuregui Moreno –dijo Poseidón– nació en Niquitao, Trujillo, en 1848 y murió en Roma en 1905. Fue un sacerdote católico criollo que realizó una destacada labor como profesor, científico, escritor, filósofo y político cuya obra desarrolló la mayor parte en la ciudad de La Grita donde fue vicario y fundó instituciones religiosas, sociales y educativas en la que destaca el Colegio Sagrado Corazón de Jesús que rigió durante quince años, diseñando e instrumentando un modelo de instrucción basado en las alineaciones del Papa León XIII y la escuela salesiana, fruto de su relación duradera con Don Juan Bosco.
– Monseñor -amplió Morales con un raro suspiro- sufrió de cálculos urinarios y un sábado de 1905 fue intervenido por urgencia quirúrgica, muriendo en la intervención. Tenía 56 años. Sus restos fueron sepultados en el Colegio Pío Latinoamericano en Roma. El Concejo Municipal del Distrito Jáuregui-La Grita durante la Presidencia del Benemérito 1909 acordó solicitar el traslado de restos desde Roma. Por Decreto del Benemérito, Presidente de la República de Venezuela y publicado en la Gaceta Oficial (10.716, 9 de junio de 1909), se aprobó la exhumación y traslado a Venezuela de los restos del ilustre Monseñor Jesús Manuel Jáuregui Moreno.
– Sus despojos fueron embarcados en Roma por Román Cárdenas, uno de sus discípulos, destino al Puerto de Génova y de allí a Venezuela, siendo recibidos en La Guaira para seguir por Caracas, Maracaibo, La Ceiba, Motatán, Valera, Timotes, Chachopo, Apartaderos, San Rafael, hasta Mucuchíes donde fueron enterrados junto a los de sus padres, en 1910. Posteriormente, fue trasladado al Panteón Nacional… no era para menos de ninguna manera, concluyó el tío con la voz gangosa por lloro aguantado y los ojos aguados lo cual era mucho tratándose de un militar.
– Coño Morales y yo que no creo en prelados, diablos o sionistas. No sabía que un devoto podía dar tal signo de responsabilidad. Parece judío o jodío da igual ¿Sabías que el vocablo se deriva de Sión, la nominación de una colina en la ciudad de Jerusalén?, aunque no todos los judíos viven en Israel ni todos los pobladores de Israel, son judíos. No obstante todos conocen al padre del sionismo Theodor Herzl, considerado el progenitor intelectual del sionismo político, quien allanó el camino con la formación de una corriente nacionalista judía a finales del S.XIX.
´- ¡Buen dato Peppino! Como venía citándote, el monseñor fue el mentor de una juventud que ha proporcionado, ulteriormente, enormes servicios a la Nación. En su colegio de La Grita, sirvió de modelo a los planteles de educación análogos de nuestro país donde se iniciaron la siembra y el amor a las ciencias y al arte de muchos jóvenes que hoy (algunos finados) ocupan puestos de distinción y adquirieron justa notoriedad por sus competencias, saberes y capacidades.
– Monseñor Jáuregui poseía no sólo la intuición y entusiasmo del pedagogo de vocación, sencillo de hábitos, categórico y claro en sus discursos, armado de simpatía, además se distinguió por otras virtudes. A las culturas juntaba la pureza de hábitos que definía a los doctores místicos en los mejores tempos de la Iglesia Romana; y además, encaminado con fijeza y sin alteraciones, hacia el bien de todos y la respetabilidad de la comunidad. Su espíritu, como la brújula señalando el norte, se dirigía siempre al deber y la verdad. Poseidón terminó con cara arisca el triste fin del prelado…
-Después de haber dedicado su vida al ejercicio de funciones de caridad, garbo y equidad, y como si el destino hubiera puesto su aureola de martirio, sufrió persecuciones execrables; y fue a morir lejos de su tierra natal sin que bastaran los honores que el Pontífice Romano confirió, ni el ejercicio que nunca declinó de sus prácticas de profesor. Al final el Gobierno del Gral. Gómez, rindió homenaje a la memoria de Monseñor Jáuregui con la erección del monumento en La Grita costeado por la Municipalidad y muchos discípulos y partidarios del ilustre prelado. «El Nuevo Diario»-17 Julio 1913.
Peppino pensó solemne en el instinto de A. Malraux añadiendo a la oración mensajes de formación y principios…“Sin una familia, (educación y modales), el hombre solo, tiembla con el frio”… y a papa Apolo, la piel se le puso de gallina…
- Los paseos de Apolo por las aceras de la urbanidad
Para Zío Pippo faltar la siesta era un riesgo considerable y peligroso. El mal humor podía tomarle la plaza y derribar la enclenque mesura de la paz familiar. Religiosamente oscilaba entre 15 a 30 minutos, nunca menos, nunca más. En el subconsciente papá poseía un despertador suizo. Jamás lo vi franquear ese pasador de tiempo. Luego de vestir hacía una breve parada en el baño y salía al paseo puntual e inquebrantable de las tardes, tanto como el botón de tiempo de sus siestas vespertinas. No recuerdo que mamá interviniera en esas autonomías adormecidas de papá de las que tenía buena cuota como fiscal del carácter volátil de Apolo que no mascaba para arrecharse por quítame esta paja, como decimos los criollos, a esa señal de ira por la menor pendejada como si fuera un agravio. Contradictoriamente, como somos los seres humanos, de forma sorprendente, tenía una atenta simpatía que aislaba a cualquiera en una nube de amor por el cordial señor que recorría todas esas tardes del ayer, por la vereda tropical de la urbanización Los Palos Grandes.
Meditaba en eso que había dicho Prometeo (Zío Morales) mientras maduraba en el néctar que iría a beber en la juguería La Ciruela donde el portu, con mostacho grueso y amplia sonrisa, le daba dato del jugo recién salido antes de comprar el periódico vespertino El Mundo. Para papá era invariable la Regla 39: Las coincidencias no existen, pero si existían los rictus de la conducta y de la rutina. Papá era educado en la conducta y metódico en la rutina para lo que normalmente hacía en esas intersecciones donde la mente rondaba en las transitadas avenidas del carácter.
El hombre nuevo no existe, ni puede ser creado, el hombre es un continuum, es siempre el hombre sin adjetivos…, lo oyó anoche mismo de boca del mismo Uslar Pietri en el programa de Valores Humanos. Por dentro se erizó al escuchar la voz de la erudición explicar que lo nuevo solo sucede si el hombre se lo labra, y bien podría ser en el tiempo que le corresponda existir. Y si logra eso, aun con su accionar provocando una renovación real y profunda del entorno, lo más probable es que sufra el castigo (así se entiende) de no poder ver su obra realizada. Ese es el sino de los humanos…Una lágrima recorrió por el pómulo de papá quien sabía encubrir con estilo sus secretas alarmas emocionales todas ellas asombrosas e inseparables del semidiós en sus dominios.
Entendió el por qué Zío Morales relacionó en la plática la invasión de Castro y cómo fue que el Gral. Eleazar López Contreras y Ramón J. Velázquez (Román Velandia) se incorporaron a las tropas del general Espíritu Santo Morales (**) para ir a combatir al esposo de Zoila Rosa Martínez el Gral. Cipriano Castro…el tío-abuelo de Zío Morales, quien continuó la tradición del antecesor. El caminar de papá se aceleró cuando llegaba a la panadería Aida a comprar croissant dulce para merendar. Recordó como el teniente-coronel Carlos Morales contó cómo su tío-abuelo (el patón Morales) y otros retaron a las huestes de la Restauración en el páramo de Zumbador y fueron vencidos, paro entonces Castro había entrado triunfal en Caracas el 23 de Octubre 1899.
Cuando Peppino iba de vuelta con los croissants, pensó que el silencio sonador cuenta la historia rechiflando con eco individual ¿suena el silencio? Los recuerdos se entremezclan en un caleidoscopio de impresiones extrañas que a ratos abaten y enredan a esas figuras que surgieron en el mundo para hacerlo mejor o al menos más sufrible. Morales estaba presente en su dictamen con el asunto ético de Diógenes Escalante.
Poseidón le había explicado en el último café, que nuestros caudillos militares triunfantes, tan pronto han ascendido al trono, reclamaban la condición de herederos de Bolívar y ninguno ha seguido la máxima de ser magnánimo en la victoria, a propósito del fracaso en el páramo del Zumbador donde el Patón Morales** fue herido en batalla. Bastaba con ver lo que se le hizo al padre Jáuregui por llevarle la contraria en un punto en el que Castro no tenía razón.
Vivir en Caracas, soltero, billete en la faltriquera, y una cuota de poder para administrar, era y es quizás, según Humberto Ordoñez {secretario de Escalante}, (dixit1. F. Suniaga) es como entrar con un Panzer en un jardín de margaritas, no habría quien lo detenga a uno. Pero con el tiempo cambia la percepción, afirmó Poseidón quien de niño siempre soñó con venirse a Caracas como cualquier provinciano. También habló, cuando el café aún humeaba con vapor columbrado, que Castro había convertido a Miraflores en la sede del poder desde que el terremoto de 1900 lo sacó de la casa amarilla. Me sorprendió cuando explicó que el proceso de diseño y construcción de Miraflores fue un largo y penoso enredo pues los que lo iniciaron, no lo terminaron. Italianos primero, luego españoles y al fin venezolanos lograron que el palacio acabara siendo un caserón mestizo que no es italiano, ni español ni venezolano. Papá sonrió con las ocurrencias andinas del teniente coronel.
– ¿Sabías Peppino que Castro tenía tirria por los arquetipos altos porque como Napoleón era retaco y fachoso?
– ¡No me digas! Una risita maliciosa atravesó los labios del señor del humorismo sutil.
– Pero no te mientas cuñao que Castro quien lo mire parece que fuese buche y pluma pero el hombre tenía cojones para repartir.
– Y no miento si digo que con sus ojos iluminados, el rostro de rey asirio barbudo, cabeza grande, mitad calva, pelo muy corto, pequeño y grandilocuente eran dos brazas encendidas que cuando se enfurecían, queman al enemigo y era como la reencarnación de Medusa que su mirada sobrenatural convertía en piedra a quien la mirara a los ojos de frente.
Morales tenía un equipaje de anécdotas que parecían estar oyendo “Así son las Cosas» de Oscar Yánez, una razón para ser más copeyano que adeco de quien sufrió los exilios al caer la dictadura de Pérez Jiménez. Era cómico que la estirpe Morales fuera del partido político Copei y la estirpe nuestra del partido AD. En la pequeña Venecia suceden esas antípodas tanto en política como en el deporte en muchas de las familias oriundas. Tal vez sea un hecho incongruente que alcanza tanto a la humanidad como a la naturaleza. Entre gustos y colores no escriben los autores pero en naturaleza de gustos ya todo está escrito.
Terminamos la conversa con un detalle de Castro que había adoptado en esos tiempos de presidente concerniente al atuendo. Vestía como uniforme de trabajo una chamarra de lino crudo parecida al uniforme de verano del Zar Nicolás de Rusia y cuando tenía reuniones o celebrara la Revolución Restauradora en Miraflores todos iban ataviados con chamarras zaristas y pañuelos amarillos el color alegórico a la bandera Restauradora. Supongo luego lo adoptó Jóvito Villalba y su partido amarillo URD y últimamente Primero Justicia. Y cerró Poseidón con efemérides de Gil Fortoul, Vallenilla Lanz, Zumeta, Parra Pérez, los hombres ilustrados del Gomecismo.
La tarde cayó mientras Apolo y Poseidón cerraban la tertulia a la sombra de dos cafecitos negros. Y prometieron volver a reunirse para seguir con las anécdotas del país. ¿Quiénes mejor para echar el cuento cuando los mismos autores lo narran?; y fui a descansar para poder escribir lo que sigue sin saber que uno mismo es la propia historia que se cuenta a si misma…
Notas del Autor
- Dixit: Literalmente ‘lo ha dicho el maestro’, palabras usadas por los escolásticos de la Edad Media cuando citaban como argumento irrefutable la opinión de Aristóteles.
Dixit (del latín, «ha dicho») se utiliza para indicar al autor de una frase. Además, puede referirse a: Dixit, un juego de cartas. Ipse dixit, una locución latina.
(**)Espíritu Santo Morales [Nace en El Cobre (Edo. Táchira) en 1838 y Muere en San Cristóbal (Edo. Táchira) en 1936].
MFC