El piloto de Red Bull Max Verstappen ganó el domingo su primer Gran Premio de Australia en circunstancias extraordinarias, en una caótica carrera de Fórmula 1 llena de drama desde la primera luz verde y hasta el banderín final.
Aunque el primer triunfo de Red Bull en Melbourne desde 2011 era esperado, el caos en los últimos compases de la carrera en Albert Park lo convirtieron en una victoria muy peleada.
El heptacampeón del mundo Lewis Hamilton, que condujo con maestría en su Mercedes, terminó segundo, mientras que Fernando Alonso completó el podio con un tercer puesto en su Aston Martin.
Sólo 12 de los 20 que tomaron la salida terminaron la carrera. El australiano Oscar Piastri fue el más beneficiado del desorden con un octavo puesto que le dio sus primeros puntos del campeonato para McLaren.
Verstappen se mostró satisfecho con la victoria pero cuestionó la decisión de los responsables de carrera de sacar la bandera roja tras un choque en la vuelta 55 de las 58 totales, en lugar de sacar un auto de seguridad.
En ese momento lideraba con una cómoda ventaja, pero luego tuvo que pelear por mantener el liderato ante Hamilton cuando se reanudó la marcha.
“Por supuesto estamos contentos de ganar la carrera, pero creo que hacia al final, la carrera en sí fue un poco un desastre con todas las decisiones”, dijo Verstappen. “Dejó a muchos pilotos confundidos sobre por qué necesitábamos una segunda bandera roja. Hoy fue bastante desastroso”.
Hamilton se mostró encantado con las mejoras de Mercedes en Melbourne, que incluyó una competitiva ronda de clasificación el sábado.
“Fue muy inesperado”, comentó. “Conseguir un segundo y tercero en la clasificación ayer nos entusiasmó y dio un gran impulso de energía a todo el equipo”.
Al reiniciarse la vuelta 55, Verstappen pudo contener a Hamilton en la primera curva mientras se producía un revuelo tras su RB19 que cambió de forma drástica el orden final en la carrera.
Alonso, que había desafiado a Hamilton por el segundo puesto durante buena parte de la carrera, fue alcanzado por el Ferrari de Carlos Sainz en la primera curva tras reanudar la carrera. Sainz, que había tenido una buena velocidad durante toda la prueba, fue sancionado con cinco segundos, lo que le dejó 12mo.
El piloto de Ferrari se mostró enojado con la sanción, y Alonso dijo más tarde que el castigo a su rival le parecía demasiado duro.
En otro incidente, el piloto de Williams Logan Sargeant también dio con la parte trasera de Nyck DeVries y los pilotos de Alpine Esteban Ocon y Pierre Gasly chocaron entre sí.
El campeón defensor, Charles Leclerc, de Ferrari, ya había salido antes tras chocar en la primera vuelta, mientras que George Russell, de Mercedes y que se había puesto en cabeza, vio su bólido incendiarse en la vuelta 18.