El problema de la venta de comestibles sin regulación sanitaria es una de esas situaciones persistentes con las que al parecer las autoridades siempre se hacen de la vista gorda, a pesar de los inconvenientes que esa actividad puede generar.
Tal es el caso de los buhoneros que se dedican a la venta de comida rápida en pleno centro de la ciudad y que además de ocupar las aceras e impedir el paso peatonal, no cumplen con las normas elementales de higiene y aseo.
En estos sitios se sirven alimentos sin que hayan sanitarios para lavarse ni los expendedores ni los usuarios, ni mucho menos dónde hacer sus necesidades. También es común ver que residuos como el aceite de cocinar quemado son arrojados en las alcantarillas y eso es contribuye a contaminar y tapar con grasa los drenajes.
La denuncia apunta a que las autoridades deben poner ojo a esta situación ya que además, al no haber controles sanitarios esto puede generar problemas de salud por el consumo inadecuado de alimentos en la vía pública.