Tras casi tres meses de haber comenzado sus manifestaciones de protesta y simultáneamente, la paralización, prácticamente, de sus actividades laborales, el clamor de los educadores y trabajadores de la educación es: devuélvanos lo que nos han quitado.
Declaración en tal sentido dio el profesor y abogado Falime Hernández, presidente de la Federación de Federación de Trabajadores Sindicalizados de la Educación (Fetrasined), quien adicionó que resulta increíble que hasta ahora no haya habido respuesta alguna, no obstante la buena disposición de las federaciones en lograr una solución al problema planteado, el cual puede resumirse en un salario suficiente, la devolución de las diferentes primas y la firma de la convención colectiva.
Es una crueldad la que se ha cometido contra los gremios, se quejó. Las federaciones pensaron que el Ejecutivo Nacional iba a responder debidamente a los planteamientos, pero se trancó el diálogo a mediados del año pasado porque las autoridades se niegan a hablar, alegando que no hay los recursos económicos solicitados.
Nosotros, como integrantes de las federaciones, lo que estamos reclamando es lo que tiene que ver con el contrato colectivo y todo lo que está incluido dentro de él: el pago de las deudas y la reactivación de los servicios como el Seguro de Hospitalización, Cirugía y Maternidad, el servicio funerario y demás beneficios contractuales que nos fueron arrebatados por la Oficina Nacional de Presupuesto, la Onapre, violando descaradamente la Constitución y las leyes de la República.
Nosotros no estamos metiéndonos en los asuntos relacionados con la forma en lo interno de la administración de los dineros del Estado, sino en lo concerniente al esquema sindical y le estamos diciendo a nuestros afiliados que no podemos involucranos en el problema político, lo cual complica el asunto. Porque hay algunos individuos que quieren pescar en río revuelto y están diciendo cosas distintas a las que nosotros estamos planteando.
Estamos viviendo una situación nunca antes vista por cuanto la discusión ha sido atípica, ya que antes cuando se discutían los contratos, la representación oficial que estaba a la mesa, al trancarse las conversaciones, generalmente por las exigencias económicas, tenía la facultad de llamar al presidente de la República y expresarle las dificultades, resolviéndose éstas dirigentemente .
Es atípica porque en la mesa de negociación estuvo la representación del Ministerio de Educación hasta que se llegó a la cláusula número 17, en julio del año pasado, y desde entonces salieron con la excusa de que no había dinero y que el contrato no tenía el estudio económico, motivos por los cuales se escogió una comisión de alto nivel integrada por la ministra de Educación, el ministro del Trabajo y la vicepresidenta del Ejecutivo Nacional. Eso complicó la situación porque ahora no hay con quien hablar, ni tampoco se ha tomado decisión alguna.
Conviene señalar que nosotros le hicimos un planteamiento al gobierno, que era como un salvavidas que le lanzamos, cuando le dijimos: vamos a prorrogar las discusiones y lleguemos a un acuerdo previo: pague lo que nos debe, dé un bono por la discusión contractual, comience a devolver lo que nos ha quitado la Onapre en primas y otros beneficios, incluso se habló hasta de un veinte por ciento y se prorrogan las conversaciones hasta que lleguen los recursos. Lo hicimos en forma consciente, seria y formal, al entregar la documentación a la ministra de Educación y al Ministerio del Trabajo.
Desde el 9 de enero estamos en un conflicto, el Ejecutivo Nacional no se sienta discutir y, entonces, todos estamos entrampados, haciéndole un daño irreparable a la juventud venezolana, a los estudiantes y a la educación.
No obstante habérsela puesta facilita al Ejecutivo para que, en términos del béisbol, diera un jonrón, no se ha tenido respuesta y por ese motivo los educadores y demás trabajadores de la educación se mantienen en manifestaciones de protesta, las cuales continuarán porque los afectados siguen pidiendo lo que les ha sido quitado.