El ministro de la Defensa, general Vladimir Padrino López, al llamar traidores de la patria a los chavistas que han venido cometiendo delitos de corrupción, dejó en claro que está inmerso en la política como activista del régimen al tratar de favorecer al jefe del Ejecutivo Nacional, quien ha debido resolver el problema de los educadores hace tiempo y no buscar un pretexto para no pagarle sus salarios justos, apoyándose en el nuevo escándalo acaecido con los ingresos de la principal empresa del Estado venezolano.
La declaración fue emitida por la organización Democracia y Libertad, cuyo coordinador nacional es el profesor Pedro Pablo Alcántara, quien precisó aspectos que se desprenden del discurso del alto jefe militar.
Primero, al decir que Nicolás Maduro está “pariendo” para pagarle a los educadores y a otros funcionarios, hace uso de un lenguaje procaz. De acuerdo con el antiguo concepto de los griegos de que quien gobierna, educa; quien está en funciones de esa naturaleza y tiene la responsabilidad nada mas y nada menos de ser durante los últimos nueve años, ministro de la Defensa, tiene que entender que su función es eminentemente pedagógica y que debe hablar formalmente de su área.
El término “pariendo” surge de un acto extraordinario, que viene siendo un sinónimo de dar a luz. Un presidente no pare, porque quienes cumplen esa función son las mujeres.
Segundo, el presidente de la República o quien haga sus veces, tiene a su cargo todo un sistema de información a través de los funcionarios respectivos. Al referirse a que Maduro “pare” para cumplir con sus obligaciones, llega al extremo de expresar una adulación impropio para quien ejerce
Tercero, desde hace tiempo el ministro se ha definido como chavista. Ahora como está frente al Ejecutivo, Nicolas Maduro, es madurista. En consecuencia, viola el artículo 328 de la Constitución, el cual dice que los miembros de la fuerza armada son apolíticos y por tanto son profesionales al servicio de la República. De manera que aquí estamos de manera flagrante contra la Constitución y seguramente sus expresiones están destinadas a que le sirvan para mantenerse en el cargo.
Cuarto, el presidente de la República, de acuerdo a la Constitución, es el cuentadante de la administración pública. En ese sentido, él tiene la responsabilidad de suscribir los informes que se entregan al parlamento para el análisis de su memoria y cuenta. Pero, para hablar de tema de sueldos y salarios, además de los dispositivos obligaorios que establece la Constitución como el artículo 91, el presidente de la República tiene bajo su dirección, junto a la vicepresidenta de la República, a los funcionarios que se ocupan de economía y finanzas. La vicepresidenta actúa como coordinadora de todos los ministros, de conformidad a la Constitución. Le corresponde a ella y a los ministros del área, en este caso el ministro de finanzas, ocuparse de buscar los recursos que sean suficientes, para atender las solicitudes y compromisos. En material salarial, el artículo 9| establece que debe ser suficiente para el trabajador y su familia. Pero, aquí no lo es.
Quinto, en los últimos siete años, la República no ha conocido de un presupuesto ordenado y orgánico que le fuera consignado a la Asamblea Nacional. En consecuencia, la materia presupuestaria en Venezuela es opaca, oscura, al margen de la Constitución. Venezuela no es desde el punto de vista contable, verificable por los organismos internacionales que hacen el seguimiento a la conducta presupuestaria de los países, tales como el Banco Mundial, el Fondo Monetario, entre otras instituciones.
Quinto, es doloroso que el ministro hable de traición a la patria y no rinda cuenta por los oficiales activos de la fuerza armada que han ocupado cargos de responsabilidad en la dirección de los asuntos petroleros de la República. La militarización de la industria petrolera es lo que le debía preocupar al ministro.
Pedro Pablo Alcantara insistió en señalar que el ministro incursiona en áreas que no son de su competencia constitucional, ni legal, activando la confusión generalizada que vive la población.
