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El gerente general del proyecto Zenó, Gabriel Bohórquez, cree que para garantizar el agua cuando se den contextos de escasez hídrica por el cambio climático en Venezuela, hay que hacer inversiones a largo plazo.
“Del total del agua disponible en Venezuela, un 80% se encuentra al sur del río Orinoco y el 90% de la población venezolana se encuentra en el eje andino-costero. Hay dos opciones: o se moviliza a la población del eje andino-costero hacia el sur, o hay que traer el agua del sur hacia el norte”, explicó Bohórquez este miércoles 22 de marzo al programa Punto y Seguimos, que transmite Radio Fe y Alegría Noticias.
Agregó que ambas son inversiones gigantescas que no se hacen de la noche a la mañana, sino que deben estar enmarcadas en un “plan serio”, con el fin de garantizar el equilibrio geoestratégico de la nación de aquí al año 2050, 2080 o 2100.
Sin embargo, dijo que las necesidades no pueden esperar y las personas se han visto obligadas a buscar un suministro paralelo al servicio de agua por tuberías, como camiones cisternas o pozos subterráneos.
En ese sentido, hizo referencia a un informe realizado por la organización Vitalis en 2017, en el que arroja que 40% de los pozos de agua explotados estaban debidamente inventariados y con sus respectivas normativas de sanidad.
“Sabemos que a partir de ese año vino una proliferación de la explotación de los pozos, sobre todo en áreas urbanas porque en vista del déficit de agua por tuberías, que se habla de un 60% en el suministro, las personas buscan resolver por su cuenta”, refirió Bohórquez.
Toman agua contaminada de un pozo
La crisis por la escasez de agua pega con más fuerza en algunas regiones que en otras. Por ejemplo, una de las más afectadas es la Guajira.
Nancy Ribas, habitante de Luis Emiro Palmar en el municipio Guajira, contó a Radio Fe y Alegría Noticias que debe resignarse a tomar agua de un pozo contaminado, porque no le alcanza el dinero para comprar a un cisterna.
“¿Qué más nos queda? Así nos tomamos el agua. Claro que llega la cisterna con agua, pero no tenemos dinero para comprarla”, dijo Ribas, quien detalló que solo un camión cisterna pasa cada 15 días por esta zona.
Aseguró que las personas que toman esta agua, se enferman con diarrea y recordó que durante las inundaciones del mes de agosto de 2022, a algunos pozos artesanales donde sacan agua, les cayó basura y se quedó estancada.
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