El espacio es ingrávido no hay ponderabilidad en él. Pero todavía persiste la idea de la atracción de los cuerpos que la teoría de Newton sustenta. Bajo la ingravidez del espacio la atracción de los cuerpos es innecesaria. El espacio organiza el movimiento permitiendo que todos los cuerpos se muevan cada cual en su órbita. La órbita es el recurso natural que impone el espacio a los cuerpos para que se ejerciten en sus movimientos. De modo que la órbita es un medio de ordenar el espacio para que los cuerpos puedan moverse él, sin el peligro de que se generen interferencias entre ellos.
El movimiento orbital resulta entonces ser una organización para que todos y cada uno los cuerpos se muevan apegados a sus órbitas. La órbita no es casual ni accidental. La órbita es un medio de organización espacial para que los cuerpos que se muevan en él no tengan el peligro de que se produzcan choques, ni de que los cuerpos salten de una órbita a otra. Los cuerpos se muevan sin la amenaza de que se puedan producir interferencias. Con la órbita los cuerpos cuentan con un medio espacial restringido. De modo que es imposible que un cuerpo pueda abandonar su órbita, y. mucho menos, ingresar a ninguna otra órbita. Todos y cada uno de los cuerpos tienen sus órbitas asignadas. Todos y cada uno de los cuerpos en el espacio tienen sus órbitas, que es el medio por el cual se desplazan en su movimiento orbital. El espacio es el medio general en donde el movimiento de los cuerpos es rígidamente orbital. De manera que la individualidad en el espacio está reglamentada por las órbitas. La organización en el espacio es verdaderamente simple y muy sencilla. Con estas impresiones acerca del espacio y de sus órbitas, creemos haber demostrado la organización que rige en los cuerpos que se mueven orbitalmente en el espacio. Esperamos que esta lectura les ilustre acerca del espacio, los cuerpos y sus órbitas y el movimiento.
Carlos Mujica
