Trabajo de www.radiofeyalegrianoticias.com
La COVID-19 sorprendió al mundo en diciembre de 2019, pero fue el 11 de marzo de 2020 cuando la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró la pandemia mundial. Dos días después, Delcy Rodríguez, vicepresidenta ejecutiva del régimen venezolano, confirmó los primeros casos en el país y se decretó Estado de Alarma en el territorio nacional.
Luego, Nicolás Maduro, ordenó el domingo 15 de marzo de 2020 la cuarentena en siete estados del país para enfrentar el brote por la COVID-19 en el mundo.
“O vamos a la cuarentena o la pandemia podría abatir inclemente y trágicamente a nuestro país como está sucediendo en Europa”, afirmó Maduro en aquel entonces durante un mensaje televisado. “Vamos a una situación que no hemos vivido”.
El confinamiento por la pandemia de la COVID-19 modificó de forma abrupta la rutina de la mayoría de las personas en el mundo por un tiempo prolongado, es por ello que retomar las actividades presenciales y la interacción social ha sido un proceso más difícil para algunas personas, expresó la psicóloga Paola Hernández en el programa Háblame Bajito, que transmite Radio Fe y Alegría Noticias.
“Volver a acostumbrarse a tener que salir todos los días, a enfrentarse a lo que es la calle, al transporte público, el ruido, personas desconocidas, que normalmente era todo lo que evitábamos, entonces para algunos ha sido difícil ese proceso de adaptación”, aseguró la especialista.
La punta del iceberg
En cuanto a los casos donde las personas buscaban apoyo durante la pandemia, mencionó que probablemente esto se desencadenó por las situaciones previas que había atravesado durante su vida.
“Era la punta del iceberg. Esto termina por visibilizarse en un contexto donde se tiene mucha más presión y menos destreza para manejar lo demás que ya venía ocurriendo”, afirmó.
Tiempo después, una vez eliminado el elemento pandemia, estos efectos quedan orbitando en la persona y es cuando siente la necesidad de buscar a un especialista que le ayude.
¿Algo positivo de la COVID-19?
Ante esta situación límite, en algunos casos, Hernández señaló que un elemento positivo que dejó la pandemia por la COVID-19 fue que ahora se le da mayor relevancia el tema de la salud mental.
“Cada vez hay más personas buscando ayuda o atención psicológica, lo cual no necesariamente nos habla de que haya incrementado la afectación emocional; no es algo tan directo. Yo creería que habla de que cada vez hay más personas que reconocen que es importante poder contar con el apoyo de especialistas en un momento en que de repente no están conformes con su situación y quieren mejorar algunos aspectos de su vida”, remarcó.
La pandemia hizo entrar en conciencia sobre la importancia de la salud mental y el impacto que puede tener, incluso, en la salud física, porque elementos de ansiedad no manejados adecuadamente la persona pudiera empezar a somatizarlos a través del cuerpo.
“También nuestro sistema inmunológico funciona con menos resistencia y en general cualquier enfermedad que podamos tener previa puede intensificarse. Esa relación está mucho más que comprobada”, explicó.
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