En el marco del proceso político para la realización de unas elecciones primarias dentro de la oposición venezolana, se está exigiendo como una de las condiciones para la participación de algunos candidatos, que se permita y facilite la votación de venezolanos en el exterior, la mayoría de ellos fuera del país por migración forzosa, tal y como lo indicó Volker Turk, alto comisionado de la ONU para los Derechos Humanos.
En el Movimiento DECODE como grupo comprometido con la defensa de los derechos fundamentales y en absoluta correspondencia con las distintas organizaciones del Foro Cívico Venezolano, apoyamos decididamente que a los compatriotas en diáspora hacia otros países, se les garantice su derecho político al voto, tanto en las primarias de oposición que están anunciadas para este año, como también para las elecciones presidenciales que de acuerdo a decisión el Consejo Nacional Electoral deben celebrarse el próximo año.
Más allá de este respaldo a los requerimientos de tipo político que reclaman actores de alto relieve de los escenarios públicos nacionales, nosotros consideramos que previo y con carácter de urgencia a los procedimientos administrativos para hacer efectiva esta iniciativa, se debe hacer un diagnóstico sobre la situación de vida de todos los venezolanos en el exterior y solicitar a los gobiernos de los países donde están residenciados, al igual que a instancias internacionales, se les de calificación de refugiados ya que salieron del país debido a una grave crisis económica que les impidió e impide subsistir con los salarios que se devengan en Venezuela, drama agravado por el colapso de los servicios públicos incluido el de salud.
Según datos de la ACNUR (la Agencia de la ONU para los Refugiados), para junio del año pasado, en el mundo existían más de 7,13 millones de personas refugiadas y migrantes de Venezuela, más de un millón había solicitado asilo del país en donde se encontraban y de ellos 211.000 lograron la condición de refugiados. Esta condición le permite a quien es beneficiado con ella, tener la asistencia para cubrir las necesidades básicas por parte del Estado otorgante. Es, según esta agencia de la ONU, el segundo mayor desplazamiento masivo de la tierra.
En realidad, es incomprensible como nuestro país de una riqueza singular entre las naciones y que fue cobijo de inmigraciones de todos los continentes haya caído en una situación de indigencia que cubre a todos nuestros nacionales, migrantes o no, de un estigma por el cual somos rechazados internacionalmente. Ya muchos de nuestros países “hermanos” latinoamericanos de manera excepcional solicitan visa a los venezolanos para entrar en sus países, cuando antes éramos el país preferente para sus migrantes. La única explicación posible de tal situación habrá que buscarla en la política que asume el actual régimen caracterizada por los desaciertos de su manejo económico que exterminó nuestro estatus de una relativa riqueza y la corrupción que merma día a día lo que queda en nuestra sufrida Venezuela.
Debido a lo anterior esos millones de migrantes venezolanos requieren una atención especial y es por ello que hacemos el pedimento anterior que no contiene intención de cuestionamiento a ningún actor político, ni del gobierno ni de la oposición, únicamente centra su motivación en el respeto y la defensa que nos merecen los derechos humanos que deben proteger a todos los venezolanos fuera de nuestras fronteras y que por diferentes causas son víctimas de acoso por falta de documentos legales o por simple xenofobia, lo cual obliga a quienes estamos dentro de Venezuela a propulsar mecanismos legales que les den garantías para llevar una vida digna dentro de las limitaciones existentes en cada país donde estén residenciados.
En resumen, nuestro planteamiento es muy sencillo, debemos luchar porque todos los venezolanos en el exterior puedan votar en las elecciones que se hagan en nuestro país, pero antes debemos dar la lucha por sus Derechos Humanos y para lograr algo muy en particular, que a nivel internacional se les considere como refugiados y tengan la protección legal que esta condición otorga según la Organización de Naciones Unidas.
Jorge Rosell y Jorge Euclides Ramírez