Por: Wilfredo Meléndez García
La llegada del experimentado y afamado director técnico argentino, José Néstor Pékerman, al cargo de Seleccionador Nacional de Venezuela, y la manera como fue presentado a la opinión pública, generó una expectativa nunca antes vista en el país. La ilusión por el arribo de quien finalmente nos podría llevar, por primera vez, a una Copa del Mundo.
Sus exitosos trabajos previos con las juveniles y selección mayor de Argentina, y también, con la cercana Colombia, a quien logró llevar de vuelta a un Mundial luego de 12 años de ausencia, lo avalaban como el personaje perfecto para hacer realidad nuestro sueño mundialista.
Sin embargo, con tan solo 15 meses en el cargo, de manera abrupta y muy sorpresiva, la Federación Venezolana de Fútbol anunciaba la desvinculación del estratega argentino. Si bien, la decisión tomó a todos por sorpresa, lo más alarmante terminó siendo los motivos de la ruptura.
Pékerman conformó un cuerpo técnico formado exclusivamente por argentinos, sin incluir ningún miembro venezolano, como se estila en estas instancias. Y entre su staff se encontraba la figura de Gastón Lezcano, quien debía encargarse de la coordinación y logística de las selecciones nacionales, incluyendo la Mayor, Pre Olímpica, Sub 20 y Sub 17.
Lezcano venía acompañado desde Colombia de acusaciones por manejos turbios de los fondos que se le asignaban para las logísticas de viajes y concentraciones, y si bien nunca hubo una denuncia formal, esos mismos motivos pusieron en alerta a los directivos venezolanos que comenzaron a no ver las cuentas claras. Pékerman se solidarizó con Lezcano ante su inminente salida, lo que llevó a la inevitable ruptura y fin del proceso, dejando la hasta ahora intachable imagen del técnico argentino en entredicho.
Termina siendo muy curioso, que la Federación tomara la firme decisión de terminar el vínculo con Pékerman por la situación poco clara con Lezcano, pero que luego nombraran como su sustituto a quien venía siendo su mano derecha como asistente y entrenador de la selección Pre Olímpica, Fernando Batista. Una decisión que luce incoherente, tomando en cuenta los motivos que llevaron a la ruptura con Pékerman.
Lo cierto es que a pocos meses del comienzo del proceso eliminatorio rumbo al Mundial de 2026, Venezuela se ve inmersa en una situación incómoda, que genera inestabilidad y que en nada ayuda a la tan difícil misión de acudir por primera vez a una Copa del Mundo.
Lo que comenzó como un hecho cargado de ilusión con la llegada de Pékerman, en tan solo 15 meses, terminó en una gran decepción.
Wilfredo Meléndez García
