Wikipedia Enciclopedia nos informa que la emancipación de la mujer, emancipación femenina, liberación femenina o liberación de la mujer es un concepto propio de la historiografía, la sociología, la antropología y otras ciencias sociales que hace referencia al proceso histórico por el cual las mujeres han reivindicado y conseguido, en numerosos casos, la igualdad legal, política, profesional, social, familiar y personal que tradicionalmente se les había negado. Es decir, la emancipación femenina es la historia de cómo las mujeres se liberaron de una gran parte de la opresión que el patriarcado ejercía sobre ellas solo por ser mujeres. Y una de las voces de protesta más enérgicas fue la de Olympe de Gouges, autora de la Declaración de los Derechos de la Mujer y de la Ciudadana, en 1791.
Nosotros, en el marco del Día Internacional de la Mujer celebrado hace poco. Por lo cual no me permito dejar pasar la fecha sin escribir sobre el tema, queremos decirles que las mujeres merecen que se hable de ellas. ¡Bien por supuesto!. Que se les de el puesto que realmente tienen. Como dijo una vez el periodista Luis Rodríguez Moreno sobre el trato que debemos darle a ellas “Necesitan imperiosamente tener algún miserable reconocimiento en mea culpa colectivos machistas, incapaces de reconocer abiertamente que ellas se merecen un mejor trato por parte de los hombres en todos los ámbitos del quehacer humano por su inteligencia, capacidad pensante y ejecutoria, con el valor agregado de ser madres, esposas, tías, abuelas, sobrinas, novias, compañeras solidarias e indispensables en este mundo de incomprensiones”. EL RINCÓN DE LOS MIÉRCOLES.
Agregamos, son parte del hombre mismo, por cuanto así lo dispuso el Creador. La sacó de nuestras costillas. “Ayuda idónea te daré”, dijo. Y desde ahora “… serán una sola carne”. No es casualidad entonces el trato que Dios le dio a la mujer en medio de la sociedad judía, con tradiciones horriblemente excluyentes y que aún se mantienen. Pero Jesús les dio un lugar preponderante que se ha extendido hasta ahora. Si existe algún precursor de la Liberación Femenina, fue sin lugar a dudas nuestro Señor Jesucristo. Antes, nadie daba “medio” por una mujer. Tenían el estatus de un animal. Es por ello, que los fariseos y los mismos discípulos quedaban impresionados por la forma como trató Jesús a la mujer en su tiempo. Pueden imaginar Uds. la cara de sus discípulos, cuando pasando por Samaria lo encontraron hablando con aquella mujer odiada, repudiada, execrada de la sociedad y él le dice con tanto amor y respeto “… el que beba del agua que yo le daré, no tendrá sed jamás.”Juan 4:14. O aquella mujer con más de 12 años con flujo de sangre, que se la jugó toda. Y metiéndose en medio de la multitud, se acercó al maestro y al ser descubierta. Cuando la iban a execrar, le dice con tierno amor. “Hija tu fe te ha sanado. Ve en paz…” Marc.5:34. O Aquel pasaje cuando María quiebra el frasco de alabastro donde tenía guardado un costoso perfume de Nardo y lo derrama sobre la cabeza del Señor Jesús. El ladrón de Judas y los discípulos la recriminan y Jesús les dice ¿Por qué molestáis a esta mujer? «Os aseguro que dondequiera que se predique este evangelio en todo el mundo, se contará esto para su memoria». Mat26:10-13. Tal cual ha sucedido. Jesús estaba mostrando, de manera irreversible, ante la humanidad y la historia por venir, el lugar preponderante que tendría la mujer para la humanidad. Vaya nuestras palabras de reconocimiento a todas las mujeres, en especial a mis lectoras !Hasta el próximo artículo Dios mediante!
William Amaro Gutiérrez