Algunos de los líderes políticos más importantes de Argentina tendieron un puente sobre la grieta que los divide para pedirle al papa Francisco que viaje a su país natal, algo a lo que se ha negado durante estos diez años de pontificado para evitar que su figura se use políticamente.
Desde el presidente peronista Alberto Fernández, la exmandataria y actual vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner hasta el alcalde opositor de Buenos Aires y precandidato a la presidencia, Horacio Rodríguez Larreta, firmaron la misiva difundida este lunes 13 de marzo.
“En este décimo aniversario de tu pontificado, nosotros, argentinos y argentinas de distintos ámbitos de la vida pública, de diferentes procedencias religiosas, políticas e ideológicas, queremos manifestar nuestra admiración y cercanía por tu obra a favor de la humanidad”, expresó.
“Aunque deseamos y ansiamos tu visita, confiamos en tu sabiduría para decir el sí y eventualmente el cuándo”, coincidieron los firmantes, entre los que también había gobernadores, legisladores, ministros, líderes sindicales, académicos y artistas.
El argentino Jorge Bergoglio nunca volvió a su país tras ser ungido el 13 de marzo de 2013 como el primer líder latinoamericano de la Iglesia católica.
En Argentina Francisco fue salpicado por la polarización política que desde hace dos décadas divide a los argentinos entre el kirchnerismo y sus detractores. Expertos sobre asuntos religiosos y analistas coincidieron en que el papa viene postergando una visita para evitar que su presencia sea usada políticamente.
En distintas entrevistas que concedió en las últimas semanas por el décimo aniversario de su pontificado, Francisco manifestó que desea viajar a Argentina, pero aclaró que no será este año porque hay elecciones generales en octubre.
