En Brasil se ha generado una alarma debido a que se registraron varios ataques de tiburones en los últimos días. El primero ocurrió el pasado domingo y el segundo menos de 24 horas después, sumándose a otro caso a finales de esta semana para un total de tres registros en las playas de Recife.
Las mordidas de dichos animales dejaron un total de tres personas mutiladas y provocó que declararan en “situación crítica y con riesgo de nuevos ataques” a esos espacios.
El Comité Regional de Monitorización de Incidentes con Tiburones (CEMIT, por su sigla en portugués) indicó que especialistas de la entidad están “analizando” los casos y el “intervalo corto” que tuvieron los recientes ataques.
El organismo señaló que 36 kilómetros de playas localizadas entre los municipios de Olinda y Jaboatão dos Guararapes, pasando por Recife, la capital regional, fueron declarados en “situación crítica” y con “riesgo de nuevos ataques”.
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La gobernadora de Pernambuco, Raquel Lyra, visitó el pasado lunes a tres sobrevivientes de ataques, que están internados en el mismo hospital de referencia, y anunció medidas para “intensificar las acciones”, comenzando con la retomada de las investigaciones científicas, suspendidas desde 2015.
A pesar de la señalización de peligro de ataques de tiburón en 150 puntos del área metropolitana de Recife, las personas continúan visitando los lugares y muchos entran al mar desafiando las advertencias.