De esas fechas imborrables, que se protegen en colectivo
El 08 de marzo, es un día especial porque conmemoramos el Día Internacional de la Mujer. Se preserva con cuidado, ya que transparentan activamente importantes temas humanos, relacionados con: libertad social; autenticidad personal; logros colectivos y tareas globales aún pendientes.
Por otra parte, se hace propicio desde este espacio parafrasear “un párrafo de Mi columna PsicoTips” de hace un año, cuando las diversas realidades pandémicas comenzaban a despedirse de nuestra memoria colectiva y llenarnos de progresiva valía:
¿Cómo es la Mujer 2022?
Este prototipo 2022 ha librado pandemias, miedos internos, reinvenciones cotidianas, y cada día comprende entre mutismo y escándalo que su ¡tarea es personal! y… no se encuentra en el hombre que tiene al lado o en el hombre imaginario; su enemigo en ocasiones es ella misma, mirándose en el espejo de manera crítica y externamente.
Ella continua descubriendo entre llantos y risas; entre eternas conversaciones con sus amigas, que Ser Mujer en un milagro con sabor a miel, y que ella, tú, yo… hemos sido seleccionadas para aportar ideas de cambio en voz alta, acariciar a nuestro entorno con manos activas; y como guinda de la torta (no menos importante) somos las mujeres de este momento: entre amor y guerra; tecnología y humanidad; debate y silencio.
¡La mujer en este 2023: se abraza!
Justamente en este momento, se deliberan guerras armadas entre naciones; luchas emocionales que no dan tregua y las fronteras continúan llenándose de alquimistas de prosperidad y buscadores de mejores condiciones de vida.
Por parte, algunas mujeres continúan llorando y facturando “a los cuatro vientos” como una manera de aliviar sus heridas emocionales y, transformarse en posibles mentoras emocionales de metamorfosis personales de una o de miles.
Existen otras que, aprendieron a compararse flores, acompañarse en amor, respeto así mimas y cultivar una dulce serenidad sin culpa.
En busca de la serenidad: Su característica esencial
Considero de manera frenética, que lo que se busca apasionadamente se consigue en consecuencia. Es por ello que tengo percepción que sin detenerse y al paso que corresponda, las mujeres continuamos uniéndonos y apoyándonos. Se incrementan los espacios para debatir cambios y soñar en conjunto con los ojos abiertos.
Observo que cada día las mujeres de diferentes latitudes, estén luchando por mayores espacios en sus comunidades. Están distanciando el histórico discurso de enfrentamiento entre géneros; y desde su resiliencia característica, está reconstruyendo en positivo las adversidades actuales; cuidándose emocionalmente y evitando quemarse su corazón ante la presencia de relaciones abusivas o equivocadas.
Finalmente, esta mujer está comenzando a pedir ayuda y dejarse ayudar. Continuará siendo la heroína de nuestras historias y será leída, sanamente imitada y eternamente divulgada.
¡Dedicado a todas… las que estamos y somos!
Dra. Cecira Briceño
Psicóloga-Sexóloga
@dracecipsicologa