Fueron contabilizados 67 conflictos laborales en Venezuela en febrero de 2023, por el Observatorio de Conflictividad Laboral y Gestión Sindical, protagonizados en su mayoría (55,22%) por trabajadores del sector educación, seguidos por personal de la salud con 20,90%.
En efecto, pese al desgaste de los trabajadores por las diferentes acciones conflictivas llevadas a cabo durante el mes de enero, se mantienen en pie de lucha en busca de una mejora en sus condiciones laborales afectadas por la inflación galopante y la continua devaluación del bolívar que evaporan los bajos salarios; la falta de implementos para realizar a cabalidad sus funciones y el constante acoso laboral del que son víctimas a diario por reclamar sus derechos como trabajadores. Al menos 20 docentes del estado Falcón recibieron amenazas de despidos por acudir a las protestas.
De acuerdo con la información, los principales motivos que impulsaron los reclamos a nivel nacional fueron salarios de hambre con 86,15% del total de las protestas, acoso laboral y demandas por mejores condiciones de trabajo con 4,62% cada uno, y el incumplimiento de convenciones colectivas (3,08%).
Los trabajadores del sector público fueron los responsables del 96,54% de las manifestaciones de inconformidad del mes de febrero. La presencia de los sindicatos en las distintas actuaciones fue de 40,30%. Los conflictos se materializaron a través de denuncias (47,69%), de marchas (21,54%) y concentraciones (16,92%), indica el Observatorio de Conflictividad Laboral y Gestión Sindical del Instituto de Altos Estudios Sindicales (Inaesin).
Advierte el Inaesin, que el estar en las calles o denunciando constantemente las faltas del Estado en sus compromisos con el sector laboral han despertado la creatividad en algunos empleados. En febrero se observó “el velorio del salario mínimo”, una protesta ingeniosa de trabajadores públicos del estado Táchira en la que vistieron de luto y llevaron carteles, oraciones y cánticos propios de un funeral, en medio de una fuerte lluvia, con un ataúd de cartón en cuyo interior yacían billetes de bolívares “fuertes” devaluados.