El presidente colombiano Gustavo Petro enfrenta un revés por señalamientos públicos contra uno de sus hijos y su hermano por actos indebidos que han puesto bajo la lupa su compromiso con la paz y la lucha contra la corrupción. El mandatario ha pedido a la Fiscalía que investigue y determine las posibles responsabilidades.
La Fiscalía informó el viernes el inicio de las primeras diligencias para ahondar en la denuncia contra Nicolás Petro Burgos, hijo del mandatario, quien se habría quedado con supuestos aportes irregulares de campaña, según aseguró su expareja.
En paralelo, el hermano del presidente está señalado de presuntamente intentar beneficiar a narcotraficantes para que se integren a la estrategia gubernamental de “paz total”.
“Tengo la responsabilidad de ser leal al voto que muchos de ustedes depositaron en mí”, aseguró el presidente la víspera en un comunicado al pedir que se adelanten las investigaciones. Ambos casos apuntan a dos de las principales banderas políticas que lo llevaron al poder en agosto del año pasado: la paz y las políticas anticorrupción.
Para Carlos Arias Orejuela, analista político y docente de la Universidad Externado, las denuncias tienen un impacto en cuanto a la reputación e imagen pública y podrían poner en tela de juicio la legitimidad del gobierno.
“Esto, dado que Petro fundamentó su narrativa en que eran el ‘cambio’, no sólo de gobierno sino de las prácticas políticas en sus formas y su fondo con la anticorrupción y el manejo indebido del nepotismo político”, comentó a The Associated Press.
La denuncia más reciente envuelve al hijo del presidente y diputado del departamento del Atlántico a raíz de una declaración en la prensa que hizo su expareja, Day Vásquez, quien asegura que recibió dinero indebido como aporte a la campaña presidencial de su padre.
Vásquez relató en una entrevista con la Revista Semana que el hijo del presidente recibió más de 600 millones de pesos (unos 125.000 dólares) de Samuel Santander Lopesierra, conocido con el alias de “Hombre Marlboro” y quien estuvo en prisión en Estados Unidos por narcotráfico.
“Eso nunca llegó legalmente a la campaña porque él se quedó con ese dinero y así, otros”, dijo Vásquez sin mostrar pruebas. También aclaró que el presidente no tenía conocimiento del dinero: “todo ha sido a espaldas del papá”.
Según Vásquez, el diputado Petro Burgos también recibió hasta 400 millones de pesos (alrededor de 83.000 dólares) de Alfonso del Cristo Hilsaca, un empresario del norte del país que ha tenido cuestionamientos de la justicia pero no ha sido condenado.
Petro Burgos negó los señalamientos a través de un comunicado en el que aseguró no conocer a Lopesierra ni a Hilsaca: “No me he reunido ni he recibido ningún tipo de favor político, personal o económico de ningún personaje cuestionable”.
Por otro lado están las denuncias públicas sobre Juan Fernando Petro, hermano del presidente, por la presunta existencia de una red de abogados y organizaciones que estarían tratando de vincular a narcotraficantes y personas requeridas en extradición con la política del gobierno llamada “paz total” a cambio de dinero.