La administración de Joe Biden en Estados Unidos, presentó ante el Congreso de su país la primera evaluación sobre la lucha antinarcóticos desde que asumió la presidencia el presidente Gustavo Petro en Colombia.
En esa evaluación realizada a la crisis de narcotráfico en el vecino país, salió a relucir el nombre de Venezuela, del cual EEUU sostiene que hay preocupación por el aumento de los cultivos de drogas ilícitas en su territorio. Algo que, a criterio del gobierno de Biden, está convirtiendo a esta nación no sólo en punto de tráfico sino de producción de drogas.
“La creciente evidencia de cultivos de coca y producción de cocaína en laboratorios domésticos de drogas sugiere que Venezuela es ahora un país productor de drogas ilícitas, así como un país de tránsito”, dice el informe.
Asimismo, el Departamento de Estado, afirmó que Venezuela sigue siendo una ruta importante para el tráfico de drogas y resaltó también que el régimen de Maduro depende cada vez más del negocio de la droga para subsistir.
“El régimen de Maduro -sostiene- depende cada vez más de las rentas del narcotráfico, junto con otras actividades ilícitas, para mantener su control ilegítimo del poder. La falta de cooperación en el control internacional de las drogas internacionales del régimen, la usurpación del sistema judicial, militar y de los servicios de seguridad para fines ilícitos, la corrupción pública y la cooperación con actores armados no estatales y elementos criminales proporcionó las condiciones ideales para las operaciones de narcotráfico y la violencia asociada”.
Por último EEUU dice estar preocupado por la producción y tráfico de fentanilo en México. Igualmente, muestra preocupación por el aumento de los cultivos ilícitos en Honduras.