La amenaza de revertir la flexibilización petrolera no va a generar cesión oficial, sino radicalización política y se pulverizarían las posibilidades de una elección 2024 con algunos avances políticos (porque el escenario de transparencia y competitividad electoral no existe).
El pronunciamiento lo hace el economista y presidente de Datanálisis, Luis Vicente León, quien advierte, a través de su cuenta en Twitter, que el mejor escenario es romper el círculo vicioso y restablecer un ambiente de negociación que abra espacios para obtener flexibilización política y económica parcial (en cualquier orden). El peor escenario es regresar a lo que nunca funcionó: todo o nada. Y parece que ahí estamos.
Afirma que sin más negociaciones, la administración de Maduro pierde oportunidades de mejoras útiles para su campaña, pero la ausencia o retroceso en esas negociaciones haría innecesaria esa campaña porque los riesgos de nicaragüización se exponenciarían.
Pero esas negociaciones arrancan otra vez y ninguna de las partes puede pensar que la otra le debe algo pues su negociación previa está compensada.
Advierte que no es verdad que esas licencias generarían movimientos de apertura política inmediata por parte del gobierno Venezolano. Eso estuvo claro siempre. Lo importante era restablecer los canales de negociación en la economía para abrir espacios a las nuevas negociaciones Políticas.
El gobierno americano no parece entender que las concesiones de control petrolero, que entregó el gobierno venezolano y que fueron aprobadas en los contratos entre empresa privada y PDVSA, fueron enormes y muy difíciles de aprobar internamente porque restó poder y recursos a la revolución.
Señala que el gobierno venezolano parece no entender que la ventana de oportunidad para las negociaciones económicas se cierra en meses, una vez que arranca el ciclo de campaña presidencial USA y el tema anti Maduro vuelva a ser candente en Florida, determinante en el financiamiento de partidos americanos.
Por un lado el gobierno congela las negociaciones para presionar más concesiones de USA, como condición para avanzar en el plano político. Por el otro USA siente que no ha recibido nada de Maduro a cambio de las licencias y paraliza los avances. En el medio la economía corre peligro, explica.