El de la economía informal es un problema de vieja data en el centro de Barquisimeto y a pesar de las medidas tomadas que incluyen la creación de mercados buhoneriles para ubicar allí a los vendedores ambulantes, estos siguen ocupando espacios en el centro de la ciudad, acción que muchas veces impide la circulación de los peatones por las aceras y otras áreas.
Uno de estos lugares cuya fachada ha sido utilizada desde hace ya bastante tiempo como una especie de mini mercado es el antiguo cine Rialto, estructura que en su oportunidad se dijo iba a ser rescatada para ser utilizada con fines culturales y nada más lejos de la realidad que esa propuesta en la actualidad.
Pero no es solo la toma de los espacios públicos para la economía informal, sino otras situaciones irregulares como la venta de comida en plena calle sin que se cumplan las más mínimas normas sanitarias que esa actividad exige como la presencia de baños tanto como para el uso de quienes venden y elaboran los alimentos como para los comensales.
Las autoridades locales deberían preocuparse por este tipo de situaciones que en nada contribuyen al bienestar de la comunidad y de una vez por todas regular estas actividades en el centro de Barquisimeto.