Las bases más grandes forman parte de una serie de cambios que el béisbol de las Grandes Ligas ha logrado para incorporar más acción al juego con el fin de hacerlo más atractivo y emotivo.
Las almohadillas han pasado de las 15 pulgadas (38,1 centímetros) a 18 pulgadas (45,72 centímetros), y redujeron la distancia entre las bases. La distancia entre la tercera base y el plato y el plato y primera base se redujo por 3 pulgadas (7,62 centímetros).
Junto con las nuevas restricciones en lo que la MLB llama acciones que demoran (los lanzamientos del pitcher a la primera base o salirse de la lomita), “es más importante que nunca que los lanzadores tiren rápido al plato y que los receptores con fuertes brazos se mantengan alerta con los corredores”.
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“La circulación en las bases, prevenir el robo de bases, es algo de lo que hemos hablado, vamos a seguir hablando, porque… Yo creo que el intento de robo aumentará un poco”, comentó el mánager de los Dodgers Dave Roberts.
Los equipos de las Grandes Ligas totalizaron 2.486 robos en 3.297 intentos el año pasado, por encima de los 2.214 robos y 2.926 intentos de 2021, según Sportradar, pero mucho menos que los 3.229 robos y 4.365 intentos de hace una década en 2012.
Además de más acción en las bases, MLB confía que el cambio ayude a reducir las lesiones. Durante el periodo de prueba de las bases más grandes en las menores, se registró una reducción del 13 por ciento.