Es el caso de una jovencita de 15 años, que murió mientras dormía en la madrugada del lunes 6 de febrero 2023. Su cuerpo quedó tapiado completamente por escombros, ante el apocalíptico terremoto en Turquía y Siria. Mientras que su padre permanecía sentado encima de los escombros en donde quedó sepultada su hija, agarrándole la mano que salía por una pequeña ranura de concreto y negándose a soltarla aún sabiéndola muerta.
Esas crudas escenas que han hecho llorar al mundo… Esa realidad descarnada, producto de un fenómeno natural, que no avisa ni amenaza el que se produce con fiereza sin importar edad, raza, religión o condición social… Es un enemigo gigante que ataca sin compasión llevándose todo por delante, dejando dolor y desolación.
Me enteré de la catástrofe por intermedio de Linda, una doctora amiga, la cual lucía preocupada ya que tenemos una amiga en común que vive desde hace dos años en Turquía.
Lo primero que nos pasa por la mente en esos momentos es pedirle a Dios… Empatizar con nuestros hermanos en desgracia es lo primero que se nos ocurre ante estás lamentables noticias.
No obstante en medio del dolor nos es grato observar la solidaridad de otros países. Igualmente es alentador ver a través de una pantalla, la alegría reflejada en los rostros de aquellos héroes rescatistas cada vez que lograban sacar a un niño con vida. Los exhibían cuál trofeo, los besaban en la frente y, otros que se echaba a llorar de la emoción. Tal es el caso de Nour (nombre que en árabe significa luz) Nour una niña de tres años que sacaron de las profundidades…
Las redes sociales mostraban el vídeo con el afortunado hallazgo y, un padre con voz llorosa que decia: “hija no tengas miedo aquí está papá«, mientras unos la desenterraban y con las manos apartaban los escombros, hasta que por fin se pudo ver la carita angelical de Nour y, con ella, la luz que brillaba en los ojos de quienes tuvieron la dicha de presenciar aquél milagro.
No todo puede ser muerte y desesperación. En Siria una niña vino al mundo y está en condiciones estable. Aunque nació bajo tierra y finalmente la encontraron atada al cordón umbilical que la unía a su madre muerta.
A pesar del mal tiempo con sus frías nevadas, resurge la esperanza de encontrar más seres vivos. Ya que bajo las planchas de concreto se escucha aún gritos ahogados, de personas aferrados a la vida. Pidiendo ayuda de una manera incesante y, no es para menos están sumergidos en la oscuridad enterrados vivos.
Por otra parte en una acera en dónde están tendidos y cubiertos con sábanas los cadáveres… Un joven turco, de nombre: Yunus Emre Kaya de 22 años, postrado de rodillas habla con alguien que no le podrá responder nunca…
“Te quería vestir de novia con un traje blanco… Haré de cuenta que estás atada de pies y manos y por esa razón no te levantas».
Con esas palabras desgarradoras y con la mirada perdida hablaba el joven turco con su novia muerta.
El corazón se nos arruga con tantos testimonio de dolor y, sin poder hacer nada, solamente aferrarnos a dios por medio de la oración.
«Señor mi dolor y yo nos levantamos temprano. Lo tomé entre mis brazos como si fuera un recién nacido, lo mecí lentamente. Balbuceámos tu nombre ¿nos oíste?»
María inmaculada Barrios
Natividad Castillo