Las arduas labores de rescate continúan en Turquía y Siria luego del terrible terremoto que ha cobrado la vida de miles de personas. Varios grupos de rescate de distintos países se han incorporado para apoyar en las operaciones de búsqueda.
Perros rescatistas para situaciones de desastres han sido parte de la labor, aunque en esta oportunidad un grupo de ratas amaestradas se unen al trabajo para participar en el rescate de las víctimas bajo los escombros.
APOPO es el nombre del proyecto que lleva más de una década entrenando a perros y ratas en su base de Tanzania para la detección de minas terrestres y tuberculosis. Este programa utiliza ratas gigantes africanas, que tienen una vida más larga en cautividad, de unos ocho años, en comparación con los cuatro años de la rata común.
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Los roedores están equipados con un morral que lleva integrado un GPS, cámara, micrófono y un auricular para comunicarse con las víctimas que se encuentran atrapadas. Los entrenadores comentaron que una vez que el ratón haya completado su tarea, su guía le dará órdenes para que regrese a su punto de salida donde serán recompensados con comida.
La supervisora del programa de entrenamiento de ratas de rescate, Dra. Donna Kane, detalló que el uso de las ratas para estas labores es efectivo porque “son animales curiosos y aventureros, y estos son los dos aspectos más importantes de la búsqueda y rescate, su pequeño tamaño y excelente sentido del olfato permiten encontrar humanos en espacios pequeños y confinados”.