El 3 de febrero del presente año 2023, ocurrió una catástrofe química al descarrilarse un tren de la compañía Norfolk Southern cargado de materiales químicos en la frontera estatal entre Ohio y Pensilvania, Estados Unidos, dichos materiales químicos seria Cloruro de Vinilo un material altamente tóxico e inflamable usado para la fabricación de tubos PVC.
Dichos materiales químicos pueden generar contaminación en el aire, tierra y agua cercana a la tragedia, uno de los riesgos podría ser la contaminación del Río Ohio, donde los productos tóxicos pueden afectar el consumo para 5 millones de personas, así como la producción de alimentos y recursos en la zona.
Hasta la fecha, se ha evacuado a la pequeña población de East Palestine, de unos 4700 habitantes y que se encuentra ubicada dentro de la zona de desastre para proceder al tratamiento y emisión controlada de los gases.
James Lee, gerente de las relaciones de la Agencia de Protección Ambiental de Ohio (EPA) con los medios dijo en un correo electrónico a CNN que inicialmente, con la mayoría de los derrames ambientales, es difícil determinar la cantidad exacta de material que se ha liberado en el aire, el agua y el suelo.
“La fase de evaluación que tendrá lugar una vez finalizada la emergencia ayudará a determinar esa información”, comentó Lee.
Según la agencia para sustancias tóxicas y el registro de enfermedades (ATSDR), dentro de los problemas de salud a los que se asocia la exposición al Cloruro de Vinilo está el cáncer de hígado (angiosarcoma hepático), cerebro y pulmón, linfoma y leucemia.