Trabajo de: www.talcualdigital.com
Los últimos 12 meses han presentado una variación más sutil del precio de bienes y servicios medidos en la «Canasta de San Valentín» frente al año anterior, pero la celebración de este 14 de febrero será recibida en un contexto de alta inflación y devaluación del bolívar
En la cuenta regresiva para el Día del Amor y la Amistad, que se celebra cada 14 de febrero, la consultora Ecoanalítica publicó la «Canasta de San Valentín», que intenta medir la variación de precios de los rubros con más demanda en esta fecha que tradicionalmente impulsa el consumo.
La canasta fue publicada en la cuenta de Instagram de Ecoanalítica e incluye los rubros «restaurantes y hoteles», «esparcimiento y cultura» y «bebidas alcohólicas y tabaco», presentando el incremento de precios que sufrieron en los últimos dos años de acuerdo con la data de inflación disponible en el Banco Central de Venezuela (BCV).
Este ejercicio permitió evidenciar que el aumento interanual de precios de bienes y servicios en estos tres rubros fue superior el año pasado, pues entre 2021 y 2022 el rubro que más creció fue el de esparcimiento y cultura, con un aumento interanual de 531,4%. Le siguieron bebidas alcohólicas y tabaco con 344% y, por último, restaurantes y hoteles con un 329,9%.
Esto quiere decir que el año pasado los precios, en bolívares, fueron entre cuatro y seis veces más altos que en 2021.
La tendencia para esta Canasta de San Valentín es distinta, ya que el rubro que más se encareció con respecto a febrero de 2022 es el de restaurantes y hoteles, que vio un crecimiento de 312,9%. Seguidamente aparecen las bebidas alcohólicas y tabacos con un 209% y finalmente el esparcimiento y cultura con un 95,2%.
La variación del último año es menos relevante que la presentada en los 12 meses previos, sin embargo, Ecoanalítica alerta que «sigue presentando cifras alarmantes que no se adaptan al salario del venezolano promedio y, por lo tanto, a las parejas» que esperan celebrar esta fecha.
El Día del Amor y la Amistad de este año se ve afectado por una aceleración en el ritmo de devaluación del bolívar y una tasa de variación mensual de la inflación cada vez mayor, por lo que los precios en bolívares cambian frecuentemente y vuelven sal y agua los fondos en bolívares, en un mercado cambiario en el que la demanda de dólares es alta y la oferta no tanto.
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