El 12 de febrero de 1814 un grupo de jóvenes patriotas al mando del general José Félix Ribas ofrendaron sus vidas ante las fuerzas realistas comandadas por Francisco Tomás Morales, acestando un certero golpe al imperio español que se resistía ferreamente a perder sus colonias venezolanas. La estrategia trazada por el ejército imperial era aislar al Libertador Simón Bolívar en Caracas.
Ribas, quien era el Gobernador Militar, comandaba la defensa de la plaza de Caracas y Valencia, pero ante la merma de personal de tropa, toma la decisión de reclutar y dotar de armamento a 800 estudiantes de seminarios y otras instituciones educativas de la capital.
Así, muchachos del Seminario Santa Rosa de Lima y de la Universidad Real de Caracas, cuyas edades oscilaban entre los 12 y los 20 años, marcharon al frente de batalla para defender la causa patriota que buscaba deslindar estas tierras de la monarquía española y su oprobio imperante desde hacía más de 300 años.
Aquel 12 de febrero de 1814 el ejército de Morales arribó muy temprano en la mañana por el camino de San Mateo y allí comenzó la refriega que se desarrolló durante buena parte del día sin resultados concluyentes, pero que gracias al valor y tenacidad de personajes como Vicente Campo Elías, Mariano Montilla, Cedeño, los hermanos Padrón y la pericia de José Félix Ribas, se logró repeler las argucias de los monárquicos de cortar las comunicaciones entre Valencia y Caracas.
Al anochecer de ese día, el general Ribas regresa con sus tropas y se establece con honra y gallardía la victoria de la batalla del 12 de febrero, en la que lamentablemente muchos de los estudiantes que allí fueron se quedaron en el campo de batalla. Posteriormente y a su regreso a Caracas, el general José Félix Ribas es aclamado por una multitud que lo vitorea e identifica como «Invencible».
Por su parte, el Libertador Simón Bolívar reconoció a José Félix Ribas como «Vencedor de Tiranos» por su valentía y por lograr conquistar los objetivos que dieron al traste en esa oportunidad con las fuerzas españolas en uno de aquellos primeros episodios que culminaron con la libertad y nacimiento de una república independiente.
El triunfo de La Victoria logró consolidar y fortalecer el ideal promulgado por el Libertador Simón Bolívar y su sueño de un país libre e independiente, gesta que se extendió durante las dos primeras décadas del siglo XIX y que costó la vida de muchos patriotas, entre ellos los estudiantes que particparon en aquella batalla que hoy arriba a sus 209 años.
El 12 de febrero de 1947, hace 76 años, la Asamblea Constituyente de aquel entonces decretó que a partir de ese momento se celebraría el Día de la Juventud en todo el territorio nacional, a fin de conmemorar a los jóvenes y adolescentes que derramaron su sangre en esa memorable fecha y que con su sacrificio lograron consolidar nuestra independencia.