Alrededor de 5.000 personas fallecidas y al menos 19.000 heridas se reportan hasta ahora tras la serie de devastadores terremotos que sacudieron este lunes 6 de febrero el sureste de Turquía, cerca de la frontera con Siria, y que dejan miles de edificios derruidos en los que se sigue buscando a supervivientes en medio de bajas temperaturas.
En Turquía, la cifra de fallecidos se elevó a 2.921 y de heridos a 15.834, según informó esta madrugada la agencia nacional de emergencias (Afad), mientras que en Siria se contabilizan al menos 1.300 muertos y 3.400 heridos.
Unas 7.800 personas fueron rescatadas en Turquía de entre los escombros de los miles de edificios que se desmoronaron en los dos fuertes temblores, uno de magnitud 7,7 y otro posterior de 7,6, informó el Gobierno, según recoge la agencia oficialista Anadolu.
Unas 25.000 personas, entre los que se cuentan soldados, participan en las labores de rescate, según Orhan Tatar, un alto cargo de la agencia nacional de emergencias, Afad, quien dijo que se destinaron 12,1 millones de euros (13,3 millones de dólares) en fondos urgentes para las diez provincias más afectadas.
Además, docenas de países comenzaron a enviar a cientos de rescatistas y expertos en búsqueda de supervivientes.
Las autoridades locales informaron de cortes en el suministro de gas y electricidad en algunas zonas, y la empresa estatal de petróleo cortó el suministro de crudo hacia la región como «medida de precaución».
La Oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) recordó hoy que, en estas áreas opositoras, «fuertemente» afectadas por el terremoto, residen 4,1 millones de personas que dependen de la ayuda humanitaria para sobrevivir, y que son en su mayoría mujeres y niños.
El Ministerio de Exteriores sirio pidió a la ONU, ONG y organizaciones gubernamentales que «apoyen» los esfuerzos del Gobierno para hacer frente a la «catástrofe humanitaria», según un comunicado difundido por la agencia oficial de noticias, SANA.
Trece países de la Unión Europea (UE) ofrecieron este lunes equipos de búsqueda y rescate, informó la Comisión Europea, y el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, señaló que un total de 45 naciones ofrecieron ayuda.
En varias de las diez provincias turcas más afectadas, se produjeron cortes de gas y electricidad, y en algunos embalses aparecieron grietas, aunque las autoridades afirman que no hay daños estructurales.
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El primer gran terremoto se registró a la 4.17 horas (01.17 GMT) y tuvo una magnitud de 7,7, según el servicio de emergencias turco Afad, con epicentro en Pazarcik en la provincia turca de Kahramanmaras.
Posteriormente se produjeron hasta 145 temblores más, uno de ellos de magnitud 7,6 a las 10.24 GMT. «Debido a que continúan las labores de desescombro en muchos edificios de la zona del terremoto, no sabemos a cuánto ascenderá el número de muertos y heridos», declaró Erdogan esta mañana. El presidente declaró siete días de luto nacional en todo el país.