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Este martes, 7 de febrero, las Organizaciones no Gubernamentales de Venezuela pidieron que esta oficina de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) cumpla con su mandato de promover y proteger los derechos humanos con un rol más vocal, lejos del trabajo soterrado hecho hasta ahora.
La coordinadora general de la organización Laboratorio de Paz, Lexys Rendón, hizo un llamado a la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Volker Türk, a “hablar alto y claro” y con “exigencias mucho más fuertes”.
«Desde septiembre de 2019, cuando se firmó el memorando de entendimiento entre la oficina del Acnudh y Venezuela, se estableció la presencia en el país de funcionarios de esta instancia, pero bajo la vigilancia del Estado, lo que le impide ejercer su mandato con “total independencia”, dijo Rendón.
La abogada y activista enfatizó que es necesario que la oficina se formalice, es decir, que no siga actuando a través de una carta convenio, que es muy discrecional, que no se conoce públicamente y que el Estado pudiera revocar en cualquier momento.
“Necesitamos una oficina que tenga todas las libertades, la institucionalidad de Naciones Unidas en el país y que pueda actuar con total independencia, esto, permitiría que el trabajo de la oficina no se limite a la asistencia técnica que ha solicitado el Gobierno para capacitar a personal de instituciones públicas, sino que le daría ‘libertad’ para estar presente en casos en los que sea requerido y ser contundente a la hora de llamar la atención con comunicados públicos», dijo.
La aspiración de los venezolanos, a juicio de Rendón, es que Volker Türk ejerza un mandato más “vinculado a los estándares”, a diferencia de su predecesora, Michelle Bachelet, quien tuvo un rol más político en el desempeño del cargo, así como contactos políticos con el chavismo antes de ser nombrada alta comisionada.
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