Muy presente deberían tener los responsables del marginamiento –para decir lo menos- de la estatua del Gran Mariscal de Ayacucho en Maracay, la expresión del Libertador con la cual encabeza su líder Hugo Chávez una reseña: “La bala que mató Sucre mató a Colombia y acabó con mi vida”, frase bolivariana.
“Donde está el general Sucre, está el alma del ejército, ser leal a Bolívar y ser tan joven y con tanta gloria”, idolatrado HCH comandante eterno y cuanto fetichismo se les ocurra los sigüi.
Para impulsar homenaje al bicentenario de la Batalla de Carabobo, nada les importó desplazar de nuevo a la estatua de Sucre, que para Bolívar era “el azote del desorden”. En 2021, ante la “revolución” socialista, por ignorancia o por sumisión, los seguidores del apadrinado Nicolás Maduro desconocieron que el Libertador le ordenó a Sucre ir a Guayaquil para la liberación de Quito.
La “imponente estatua del Mariscal Sucre en medio de la avenida Bolívar, fue inaugurada con toda solemnidad el 21 enero de 1923”, por iniciativa del Gral. Juan Vicente Gómez (reseña el Cronista Oldman Botello).
El presidente de la República Raimundo Andueza Palacio, la escultura en comentario es obra del italiano Giovanni Turini, para tal estatua que califica de la más antigua en Venezuela, fue decretada por el también presidente Juan Rojas Paúl en 1888, sin embargo su inauguración se realizó el 28 de octubre de 1890 por el entonces mandatario de Raimundo Andueza Palacio.
Si en el Ecuador odian a los venezolanos, que devuelvan restos de Sucre, expresó el hoy usurpador del mando NM, que parodiaba la repatriación planteó en su mandato época Antonio Guzmán Blanco.
El prócer cumanés fue el más exitoso lugarteniente de Bolívar
Fue vencedor en muchas batallas de la independencia americana, y su nombre está ligado a las victorias de Pichincha, Ayacucho y Tarqui. «Asesinato de Sucre, no fue, por supuesto, un mero hecho de sangre individual. No se estaba matando a cualquiera; así fuese muy encumbrado y principal: se estaba asesinando al segundo hombre de la República de Colombia, militar y políticamente”.
Siempre fiel a Bolivar, logró grandes hazañas derrotando al imperio español en toda Sudamérica.
Fue Gobernador del Perú, Presidente de Bolivia y General en Jefe del Ejército de Colombia. Es considerado uno de los militares más completos entre los próceres.
De todos los generales de ninguno fue tan leal ni tan competente como Sucre. El irlandés Daniel O’Leary, ayudante del Libertador, le definió como un hombre vanidoso, pero enseguida agregó “Valía mucho más que la mayoría de los hombres públicos que he conocido en América”.
Sucre fue para el Libertador el mejor general de la independencia. También, probablemente, el hijo que nunca tuvo, según el historiador Manuel Pérez Vila.
Sufrió en carne propia los horrores de la guerra, al perder a muchos parientes, en especial, a sus hermanos Pedro y Vicente y a su hermana Magdalena.
Bolívar se sintió profundamente afectado por la pérdida. “¡Santo Dios! ¡Se ha derramado la sangre de Abel!”. Con esta referencia bíblica quería decir que había muerto un inocente a manos de traidores que servían a intereses oscuros. Se sentía tan conmocionado que creía imposible “vivir en un país donde se asesina cruel y bárbaramente a los más ilustres generales”.
Historiamos, porque para los servidores del narco régimen, desde 2021, en bicentenario de la batalla de Carabobo, mantienen prisionero en una cerca de alambre, la estatua ecuestre del Gran Mariscal, para mayor ofensa frente a la del Libertador Simón Bolívar, en la plaza de su nombre.
(IN) Memoria: Tiro por la culata: Animé a “poner fin a la tortura de una vez por todas y exigí liberación de presos y condené crímenes”, declaró el austriaco Volker Türk, que sustituye expresidenta chilena Michelle Bachelet, como alto comisionado de la ONU para DDHH. Fue traído y galanteado por narco régimen chavista.
Alberto Jordán Hernández
